La interna que se evidenció en las últimas semanas entre sectores del peronismo que apuntalan a Axel Kicillof y referentes de La Cámpora, la agrupación de Máximo Kirchner, dejó a Cristina Kirchner en una posición incierta, como principal sostén político de ambas vertientes en pugna. Con diferentes grados de tensión en la caracterización del vínculo actual de la expresidenta con el gobernador según la fuente consultada, en el peronismo sostienen mayoritariamente la postura de que Cristina intenta un papel componedor que evite la amplificación del enfrentamiento.

En el círculo más cercano de Kicillof sostienen que nada ha cambiado en su vínculo con Cristina. “Ellos siguen hablando con la habitualidad de siempre”, afirma una fuente de trato diario con el gobernador, que niega que los chispazos con La Cámpora hayan merecido una reunión entre Kicillof y la expresidenta. La versión de que hubo un encuentro personal de ambos en medio de la tensión circula entre algunos dirigentes que orbitan en el gabinete bonaerense. “Se reunieron post-lío y está todo bien”, dice uno de esos informantes. “Sé que hace tiempo no lo veía”, plantea una fuente que dice desconocer si finalmente el cara a cara se produjo.

“Está todo tirante”, subraya uno de los intendentes a los que les llegó durante la semana una invitación especial de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, a través del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires (presidido por Máximo Kirchner) para participar, el sábado, de “la inauguración del microestadio y descubrimiento de la estatua de Néstor Kirchner, a 21 años de la elección presidencial del 27 de abril de 2003″, en la que reapareció en público Cristina. “Ella está tratando de componer, pero Máximo tensa”, agrega el jefe comunal sobre la situación de la exmandataria nacional.

En el kirchnerismo duro prima el silencio. Incluso, en las filas camporistas hablan de una bajada de línea para que no se filtren aspectos de la interna con Kicillof. Si bien el gobernador no se sumó a la controversia, sí la protagonizaron algunos de sus actuales apoyos, como su ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, exintegrante de La Cámpora. Mayra Mendoza fue una de las voces camporistas que criticaron a Larroque, tras su frase “¿Qué es la conducción de Cristina, que tres ñatos te manden un WhatsApp?”. El cortocircuito siguió durante las visitas de Kicillof a Quilmes y Hurlingham, donde las usinas camporistas se encargaron de difundir imágenes en las que los gestos adustos de los intendentes Mendoza y Damián Selci sobresalían.

“Están hablando bien. Tengo referencias de que están en contacto normalmente, como siempre lo han hecho. El único cambio que veo es que Cristina está mucho más activa”, asevera un intendente peronista. Un colega suyo disiente y plantea que la información que le llega es que “está todo mal” en el vínculo entre la expresidenta y el mandatario bonaerense.

Junto al Gobernador @Kicillofok participamos del acto de inauguración del microestadio «Presidente Néstor Kirchner» en #Quilmes pic.twitter.com/YaQIXSzo5c

— Andrés Larroque (@larroqueandres) April 27, 2024

La participación de la expresidenta en un acto en Quilmes, tierra gobernada por el camporismo, generaba expectativas en los días previos. Durante la semana, Cristina dejó un mensaje con lectura interna en clave de unidad. Difundió un video en el que se la ve, en el Instituto Patria, con el intendente de Rawson, San Juan, Carlos Munisaga, y la concejala Romina Ríos. En la filmación, la legisladora municipal le explica que ella y el intendente pertenecen a vertientes diferentes del peronismo sanjuanino (Munisaga, alineado con Sergio Uñac; Ríos, con José Luis Gioja) y la expresidenta destaca la unidad. Munisaga ganó el año pasado una elección en la que fue uno de los siete candidatos que tuvo en Rawson el exgobernador Uñac.

“Lo del balcón en la marcha [por el saludo desde el Instituto Patria durante la movilización universitaria], lo de los sanjuaninos y el acto en Quilmes parecen una movida más integral de Cristina”, resume una fuente que abona la percepción de que la reaparición de la expresidenta busca también frenar la grieta entre el gobernador bonaerense y la agrupación de Máximo Kirchner.

 

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