Todavía no está delineado el texto final, pero la idea es que incluya algunos de los conceptos clave que figuran en el artículo 33 de la Ley de Educación Superior: “pluralidad de ideas” y “convivencia pluralista de corrientes, teorías y líneas de investigación”. Ese es el espíritu con el que desde el Ministerio de Capital Humano y la Secretaría de Educación están trabajando en la redacción del proyecto de ley que buscará sancionar el adoctrinamiento y el proselitismo en el ámbito educativo. Todavía no trascendieron muchos detalles, pero se supo que la intención es que las modificaciones a la norma de Educación Nacional sean parte de la nueva Ley Bases, según se supo de fuentes legislativas.

De acuerdo con lo que trascendió, con la idea de “garantizar una educación libre de proselitismo y adoctrinamiento”, el gobierno nacional trabaja en un proyecto para modificar la legislación vigente, que se llevará al Congreso en el texto de la Ley Bases con modificaciones para los artículos 11 y 26 de la norma N°26.206 que refieren a las garantías de los derechos a la educación de los niños en el aula.

En ese sentido, inspirados en el artículo 33 de la normativa de Educación Superior, que vela por la pluralidad de ideas en los procesos de enseñanza, se propondrá una modificación que siga el espíritu de esa legislación, y que ponga un énfasis especial en “la convivencia pluralista de corrientes”, como menciona aquella ley.

El artículo 11 de la norma N°26.206 sancionada en 2006 establece los fines y objetivos de la política educativa nacional. A lo largo de los incisos se destaca la importancia de los valores éticos y democráticos de la participación, la libertad, la diversidad cultural, la igualdad y el “respeto de las diferencias entre las personas sin admitir discriminación de género ni de ningún otro tipo”. Por su parte, el artículo 26 determina los derechos y deberes de los alumnos y las alumnas y contempla cuestiones como la educación integral e igualitaria y el respeto de la libertad de conciencia de los alumnos, en el marco de la convivencia democrática.

Cambios

Si bien ninguno de los dos artículos contiene un enfoque que habilite el adoctrinamiento, más bien todo lo contrario, desde el gobierno nacional intentarán sumarle un inciso más a cada uno para que explícitamente se condene la enseñanza que priorice la cosmovisión o ideología propia del docente, sin presentar otras voces o perspectivas para abordar ese mismo tema. También se incluiría un mecanismo específico para garantizar ese derecho de los alumnos.

En ese sentido, el Gobierno quiere incorporar el espíritu del artículo 33 de la norma de Educación Superior, en la de Educación Nacional, que fue sancionada en 1995, pero que contempla la relevancia de los enfoques en los abordajes y modos de enseñanza.

“El adoctrinamiento y la persecución ideológica es una violación del artículo 33 de la Ley de Educación Superior, que garantiza la libertad de opinión, de cátedra y de investigación. Muchas universidades, tanto públicas como privadas, han permitido la persecución ideológica de alumnos y de docentes, nosotros tenemos un compromiso con la defensa de la libertad, nadie debería ser perseguido por sus ideas, sean liberales, de izquierda o conservadoras, las universidades deberían ser el ejemplo de tolerancia y debate abierto y no de dogmatismo e imposición autoritaria de ideas”, escribió en su cuenta de X hace un mes Alejandro Álvarez (h), profesor titular de Ciencia Política en la UBA y de Historia Económica en la Universidad Nacional de La Matanza. Fue en referencia a las denuncias de adoctrinamiento que había hecho el presidente Javier Milei en el discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso.

Justamente, ese argumento habría sido el que fue madurando en el seno del Gobierno para incluir un texto similar a la Ley de Educación Nacional. El artículo 33 de esa legislación dice: “Las instituciones universitarias deben promover la excelencia y asegurar la libertad académica, la igualdad de oportunidades y posibilidades, la jerarquización docente, la corresponsabilidad de todos los miembros de la comunidad universitaria, así como la convivencia pluralista de corrientes, teorías y líneas de investigación. Cuando se trate de instituciones universitarias privadas, dicho pluralismo se entenderá en un contexto de respeto a las cosmovisiones y valores expresamente declarados en sus estatutos”.

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“No es compatible estudiar en la UBA y votar a Milei”

En el Gobierno buscarán ahora una redacción similar para la Ley de Educación Nacional. No será sencillo impulsar ese cambio, justamente en un contexto en el que, sobre todo en la educación superior, el Ejecutivo y las autoridades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se declararon antagonistas. Ayer, el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, en una entrevista en un canal de streaming aceptó el desafío que le propuso el periodista y dijo que se subiría a un ring de boxeo de la convocatoria Parense de Manos y que elegiría como su contrincante al vocero presidencial, Manuel Adorni. Más adelante, en la entrevista, cuando se le consultó sobre el adoctrinamiento en la enseñanza y si veía una intención clara de desfinanciar a la educación pública, respondió: “Ahora quién tiene la pelota es la sociedad, los pibes que van a la UBA. Porque no es compatible educarse en la UBA y votar a Milei. Eso es lo que hay que entender”.

Yacobitti

La respuesta del Gobierno no tardó en llegar desde la cuenta de X del propio presidente: “Y después te arman cartitas idiotas con salames funcionales indignados negando adoctrinamiento en la UBA. Y luego aparece una de sus máximas autoridades con claro mensaje de adoctrinamiento. Muchas gracias @Yaco_Emiliano por darme la razón en tan poco tiempo”.

Y después te arman cartitas idiotas con salames funcionales indignados negando adoctrinamiento en la UBA. Y luego aparece una de sus máximas autoridades con claro mensaje de adoctrinamiento.
Muchas gracias @Yaco_Emiliano por darme la razón en tan poco tiempo.
VLLC…!!! https://t.co/3UHl7N11S9

— Javier Milei (@JMilei) April 5, 2024

Si bien todavía no se pronunció sobre este proyecto de ley, hace dos semanas, en una entrevista con LN+, con el periodista Eduardo Feinmann, el secretario de Educación Carlos Torrendell fue consultado sobre la ley de Educación Sexual Integral y sobre las denuncias de adoctrinamiento. El funcionario indicó que se trata de “una ley razonable” que debe “respetar la identidad de las escuelas y familias, promoviendo la libertad educativa. Es fundamental mantener un enfoque pluralista en la sociedad y en la educación”.

“Como el Presidente siempre dice, tenemos que cumplir la ley. La ley de Educación Sexual Integral vigente es una ley que es bastante razonable, que no habla de género”, expuso. “¿Se desvirtuó?”, le preguntó Feinmann. El funcionario contestó: “Yo creo que sí. En el aula y también en muchos documentos curriculares, en manuales y en recursos. Lo que la escuela tiene que ofrecer es precisamente una educación sexual integral que también respete la identidad de las escuelas, en el caso que sean escuelas de gestión privada confesionales o no, pero también la identidad de las familias”.

Y siguió: “O sea, la libertad de enseñanza y la libertad de la educación no es solo de quienes están en el sector privado. Los padres tienen que tener libertad educativa, los alumnos, los docentes. Entonces, en ese sentido, hay que tener mucho cuidado dentro de la educación pública de gestión estatal de entender que estamos en una sociedad plural. Yo no puedo imponer una visión en un tema tan relevante desde un punto de vista antropológico como la educación sexual integral. En la universidad también últimamente han habido algunos debates sobre este tema, tenemos que ser más plurales de verdad. En definitiva, es de lo que se trata en un pluralismo, que como sabemos es políticamente correcto, pero muchas veces en la práctica no se da y se cae en el adoctrinamiento docente. En todos los niveles, creo que todos tenemos que estar atentos como sociedad civil. El problema no es que pensemos distinto, al contrario, porque eso es lo mejor para el desarrollo de las sociedades democráticas, el asunto es cómo yo opino distinto siendo docente. En mi materia, por ejemplo, [por muchos años Torrendell fue docente de historia de educación argentina en la Universidad Católica Argentina] yo tengo esta visión historiográfica. Se puede hacer historia de educación de distintas maneras, yo tengo esta visión, podemos leer de todo por supuesto pero lo que yo no puedo como docente es pretender representar todas las visiones o dar una única visión. Porque al mismo tiempo tengo que respetar esa pluralidad dentro del aula, tengo que presentar otras alternativas”.

 

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