Tras la fuga de once presos de dos alcaidías, una de San Telmo y otra de Balvanera, durante el fin de semana, la cuestión del alojamiento de personas que delinquen en la Capital alimentó un contrapunto entre la Ciudad y la Nación que, ya sin la retórica de la grieta política, reedita lo que ocurría, hasta diciembre, con las recurrentes polémicas por este mismo tema entre las administraciones de Horacio Rodríguez Larreta y Alberto Fernández, en las que el jefe de gobierno porteño acusaba al kirchnerismo de no habilitarle lugares en las cárceles del Servicio Penitenciario Federal (SPF) para destinar a los detenidos hacinados en dependencias de la Capital no preparadas para mantener arrestos por tiempo prolongado.

En una entrevista radial, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, negó que la Nación no quiera recibir a los reclusos porteños. “El Servicio Penitenciario Federal da todos los días 90 cupos para presos de la Ciudad de Buenos Aires y que no siempre son cubiertos”, afirmó.

En respuesta, el ministro de Seguridad de la Ciudad, Waldo Wolff, del mismo signo político que Bullrich, con quien compartió la reciente campaña dentro de Pro, sostuvo: “No son 90 presos por día, sino por semana, y segundo, nosotros no tenemos que tener presos y ahí partimos de una base que no es correcta”.

En el programa Pan y Circo, de Radio Rivadavia, consultaron a la ministra nacional sobre la situación que denuncia la Ciudad de tener que mantener a presos que “no le corresponden”, Bullrich afirmó: “Es al revés. El Servicio Penitenciario Federal da todos los días 90 cupos para presos de la Ciudad de Buenos Aires y no siempre son cubiertos y da cupo para condenados en cárceles fuera de la ciudad y no siempre son cubiertos. Es un tema que lo hemos discutido, incluso el miércoles hemos tenido una reunión. Ahora, si a la Ciudad se le escapan los presos es un problema de la Ciudad”.

Y agregó: “Por otro lado, hay una cárcel que tiene que terminar de construir la Ciudad, que empezó en 2018 en Marcos Paz, pero eso es un tema de gestión que ya se va a arreglar. Nosotros tenemos la voluntad de llevar presos, pero la Ciudad de Buenos Aires tiene que hacerse cargo de que la autonomía le da responsabilidad sobre los presos”.

Tras los dichos de la ministra, Wolff, sostuvo: “Yo tengo una buena relación con Patricia, pero, primero que no son 90 presos por día, sino que es por semana, y segundo, nosotros no tenemos que tener presos y ahí partimos de una base que no es correcta porque se nos escapa algo que no tenemos que tener. A mí no se me escapan los presos, yo tengo presos que son del Servicio Penitenciario Federal, así que, estando del mismo lado de Patricia y trabajando juntos para esto, yo también tengo la obligación de defender los intereses de los porteños y decirles que se nos escapan presos que no deberían estar” alojados en comisarías y alcaidías porteñas.

Wolff agregó que, a pesar de la situación actual, está convencido de que “hablando” van a “encontrar los mecanismos para que los presos que no son de la Ciudad estén donde tengan que estar”.

El ministro explicó que en el primer trimestre de este año hubo 10 fugas de comisarías, mientras que el año pasado fueron 41, por lo que asegura que la situación “se mantiene”. Le echó la culpa de esta situación a la administración nacional anterior.

“Esto ocurre porque hace dos años en la Ciudad de Buenos Aires, producto de una política que implementó el gobierno de Alberto Fernández, pasamos de tener 60 detenidos en las alcaidías y comisarías a los 2000 que tenemos ahora. Y eso en alcaidías y comisarías que no están preparadas para tener detenidos permanentemente”, comentó Wolff, quien agregó que, además, esos presos “están custodiados por policías que no están formados para estar con presos porque no son penitenciarios”.

 

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