«Cuanto más caso ‘Koldo’ y más corrupción, más suben en las encuestas». Así ha reaccionado el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, tras conocer los datos del último barómetro del CIS, que recortan la distancia entre populares y socialistas dejando los de Pedro Sánchez a tan solo un punto. Hace un mes, esa diferencia era de 2,7 puntos a favor de los conservadores. «No se lo creen ni ellos, pero si les hace gracia, a nosotros también», ha remachado en una declaraciones desde Lleida, donde se ha desplazado acompañado del candidato popular a las elecciones catalanas del próximo 12 de mayo, Alejandro Fernández.
Desde allí también, y preguntado también por el informe del abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que la razón a Puigdemont en la negativa del Parlamento Europeo a declararle eurodiputado, Feijóo ha evitado entrar en las críticas contra los tribunales y ha asegurado que se tienen que «acatar siempre» sus decisiones, independientemente de si gustan o no. En este sentido, ha felicitado a Puigdemont por su victoria, pero le ha emplazado también a «cumplir» las resoluciones «que no le son favorables» y a someterse a los tribunales españoles.
Todo ello tras visitar la Cooperativa de Ivars d’Urgell, desde donde Feijóo también ha aprovechado para lanzar ya los principales mensajes de la campaña con la vista puesta en el 12M y para prometer una «nueva etapa» en Cataluña. «El principal problema no es el ‘procés’, es la sequía», ha aseverado, en un discurso en el que ha prometido centrarse en la «gestión» y en las «prioridades» de los catalanes, en lugar de ahondar en «la política del entrenamiento». Bajo esta premisa, el popular ha prometido una política «diferente» y más «concordia». «Dejemos de crearle problemas a la gente», ha zanjado.
Un mensaje que va muy en la línea de la campaña diseñada por el PP de Cataluña y que dirige la eurodiputada Dolors Montserrat, que el pasado martes ya avanzó que sería «en positivo» y evitando las estridencias. Así, quieren presentarse como la opción seria de los no independentistas y apelar a una concentración de voto de todos los contrarios al ‘procés‘ bajo sus siglas, especialmente a los exvotantes de Ciutadans y Vox, pero también quieren dirigirse a los socialistas que estén molestos con la ley de amnistía y con los pactos de Pedro Sánchez con ERC y Junts.
