Una de las averías de coche más preocupantes es aquella que tiene relación con el turbo, una pieza del motor a la que se le somete a grandes esfuerzos y altas temperaturas. Sustituir esta pieza puede costar entre 1.000 y 5.000 euros, pero existe un método para evitar averías y reparaciones inesperadas.
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Descubre en qué consiste la denominada como ‘regla del minuto’
En redes sociales se han popularizado varios vídeos en los que nos insisten en probar la denominada como ‘regla del minuto‘, una fórmula fácil de aplicar a la hora de conducir y que puede ayudarnos a evitar roturas en motores turboalimentados, al mismo tiempo que alargamos el turbo. Se puede aplicar a todo tipo de propulsores térmicos, ya sean diésel, gasolina, GLP…
El truco es no apagar el motor del coche de foma directa cuando paramos en una gasolinera, en una zona de descanso o al llegar a nuestro destino. Es decir, dejamos el vehículo al ralentí durante un minuto al arrancar el motor, y repetimos el mismo paso 60 minutos antes de apagarlo.
¿Y por qué se debe aplicar ‘regla del minuto’ en motores turboalimentados? La razón principal es que el aceite necesita tiempo para alcanzar todas las piezas, y estas deben alcanzar una temperatura adecuada para su funcionamiento. Y cuando apagamos el motor, corres el riesgo de que el aceite de queme y reduzca su vida útil. Ahora bien, en trayectos de corta duración no suele ser necesario.
