El Coventry City, equipo de Championship, demostró en Wembley que la ilusión puede con prácticamente todo. Igualaron un 0-3 para llegar a la prórroga. El VAR les anuló el 4-3 en el minuto 120. Y la tanda de penaltis no fue justa con ellos (3-3*). El Manchester United estará en la final de la FA Cup contra el Manchester City el próximo 25 de mayo, pero el equipo de Robins regaló una auténtica lección de resistencia en un partido que ya es historia del fútbol inglés.

McTominay y Maguire encarrilaron el choque en el primer tiempo. Parecía que Bruno Fernandes sentenciaba antes de la hora de juego, pero Simms y O’Hare mantuvieron viva la esperanza. En el añadido se desató la locura. Penalti de Wan Bissaka y gol de Wright para pasar del 0-3 al 3-3. Todo se iba decidiría en la tanda de penaltis.

El Manchester United buscó el gol desde el primer minuto. Garnacho y después Rashford, que no fue capaz de aprovechar un envío de Casemiro a la espalda de van Ewjik, pudieron romper el empate. Era el minuto 20, el Coventry estaba encerrado, sin sufrir en exceso, y con la mitad de Wembley celebrando cada despeje como si fueran goles.

PRIMERA PARTE PLÁCIDA

McTominay, en el 22′, ‘apagó’ un poco los ánimos de resistencia de las 36.000 gargantas que apoyaban a la ‘cenicienta’ del torneo. El escocés abrió el marcador rematando en el segundo palo un centro raso de Dalot. Maguire puso el segundo antes del descanso, con un cabezazo antológico en un saque de esquina lanzado por Bruno Fernandes. Ya en la segunda parte, el portugués fue el encargado de firmar el 0-3 a la hora de juego con algo de fortuna.

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McTominay, en el momento del primer gol ante el Coventry en Wembley
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En el minuto 70, Simms se apuntó lo que para muchos era el gol del honor con un remate al primer toque con la tibia. Ocho minutos después, un disparo de O’Hare desde la frontal impactó en la espalda de Wan Bissaka y acabó en gol. Del 0-3 al 2-3 en ocho minutos.

WRIGHT DESATÓ LA LOCURA EN WEMBLEY

Robert Jones dio seis minutos de añadido, y el éxtasis se desató en el 90+3′. Manos de Wan Bissaka y penalti para el Coventry. Wright aceptó la responsabilidad, engañó a Onana, y puso el 3-3. Prórroga y media hora más de un sueño que nadie quería que terminase.

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El penalti con el que Wright mandaba el partido a la prórroga
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El larguero y Collins salvaron al Coventry en el primer asalto del tiempo extra. En el segundo, el que se salvó fue el United. Primero, el larguero sacó un derechazo de Simms en el 115′. Después, el VAR anuló por fuera de juego el gol definitivo de Torp, en el 120′. Todo se iba a decidir en la tanda de penaltis.

Casemiro emuló a Bernardo Silva contra el Madrid y Collins le adivinó el primero. Pero el United renació con un Onana que le paró a O’Hare su intento, igualando la tanda. Shea, capitán del equipo, mandó el cuarto penalti a las nubes. Salvar el bochorno dependía de Hojlund, y no falló. El Manchester United acabó comprando el billete a la final, pagando un precio mucho más alto de lo esperado, y estará en Wembley 25 de mayo contra el City, después de despertar al Coventry de un sueño que estuvo a nada de convertirse en realidad.

 

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