El juez que instruye la causa contra la presunta trama de corrupción para la compra de mascarillas desarticulada en el caso Koldo, Ismael Moreno, ha avalado la proporcionalidad de la medida que adoptó el pasado octubre para poder monitorizar las comunicaciones de los principales investigados a través de la instalación de un software espía en sus dispositivos. El uso de esta tecnología de control en remoto había sido recurrida por el comisionista de la red, Víctor de Aldama, pero tanto el magistrado como la Fiscalía Anticorrupción validan su uso, que ahora será revisado por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

La tecnología empleada fue clave para conocer los movimientos y conversaciones que permitieron desarticular la red, ya que facilitaron el examen a distancia y sin conocimiento de sus titulares de la información almacenada en sus dispositivos electrónicos. En su resolución, y pese a la petición de la defensa de De Aldama, el magistrado rechaza concretar qué troyano concreto fue el utilizado.

La autorización afectó a De Aldama, pero también al que fuera asesor del ministro José Luis Ábalos, Koldo García y al empresario Juan Carlos Cueto, verdadero dueño de Soluciones de Gestión, adjudicataria de los contratos por 53 millones con las administraciones gestionadas con el PSOE.

En su auto, que tiene fecha de este martes y al que ha tenido acceso El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, el titular del Juzgado Central de instrucción número 2 resuelve que su autorización se ajustó a las previsiones legales, también en lo concerniente a las copias y conservación de la información incautada a los investigados.

En cuanto al software utilizado, explica el juez que no se trata de un programa de acceso público y que se ajusta a lo que señala la ley en cuanto a uso de técnicas previstas para la delincuencia organizada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

 

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