El Barça tenía la esperanza de ingresar los 10 millones de euros estipulados en la opción de compra que tenía el PSV por Sergiño Dest, pero una grave lesión de rodilla del lateral estadounidense ha hecho saltar la operación por los aires. El PSV no quiere dejar tirado al futbolista y ya se ha dirigido al club blaugrana para encontrar una solución de consenso en la que todos deberán poner de su parte para que llegue a un buen puerto. Se negocia un traspaso muy a la baja, con un porcentaje de futuro para el Barça y en la que el jugador debería también rebajarse sus emolumentos para que todo cuadrase.

Dest estaba cedido al PSV y sus prestaciones han sido muy buenas este curso jugando por los dos laterales. El club holandés ya tenía pactado un pago a plazos de los 10 millones de euros y parecía que todo se iba a activar al finalizar la temporada. El lateral había firmado ya un acuerdo de cuatro años en caso de que se ejerciera la opción, por lo que el Barça se iba a deshacer de un futbolista que no iba a entrar en sus planes y que terminaba contrato en el 2025.

La lesión de Dest abría un panorama realmente complicado para el Barça porque el futbolista podía regresar para recuperarse en el club blaugrana y, difícilmente, podía jugar hasta el mes de enero. Seis meses después terminaba su vinculación con el club blaugrana por lo que se debía pagar su salario en el último año de contrato y luego quedaba libre. El PSV entiende que es una obligación moral dar un paso al frente aunque tampoco regalará nada.

La idea es pactar un traspaso prácticamente simbólico, de uno o dos millones de euros, y quedarse el jugador en propiedad dándole al Barça un porcentaje de una futura venta. Además, el club holandés espera una rebaja de salario porque se la va a jugar con un futbolista con lesión grave. La idea está encima de la mesa y parece que todas las partes están por la labor de llegar a un entente. El Barça ya ve esa mínima venta como un mal menor, ya que al menos también se ahorrará la ficha de un futbolista que estará lesionado buena parte del próximo curso.

Dest llegó al Barça de la mano de Ronald Koeman, pero tras el fichaje de Xavi Hernández, el lateral prácticamente estuvo en el ostracismo. Primero se le cedió al Milan sin demasiada fortuna, pero en el PSV ha recuperado sus mejores prestaciones y el club holandés iba a confiar con él a largo plazo. El futbolista solo tiene 23 años, por lo que el PSV entiende que puede sacarle partida una vez recuperado de su grave lesión.

 

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