El momento en que el cielo se abrió en Texas disipando una amenaza para los entusiastas del eclipse

«No se ve, las nubes están muy densas», decía Érica Marentes en Kerrville, una científica de Texas State University. Pero poco a poco el tiempo cooperó permitiéndole a las 150,000 personas que se trasladaron a la ciudad texana apreciar el eclipse.