El oficialismo en el Senado quiere ofrendarle al Gobierno nacional la designación de un grupo de embajadores en destinos estratégicos y apura una sesión para mañana. Sin embargo, y con el reciente ataque de Irán a Israel como telón de fondo, la vicepresidenta Victoria Villarruel y su escueta tropa de legisladores no tiene asegurado el voto para darle acuerdo a Axel Wahnish, propuesto por Javier Milei para ocupar la sede diplomática de Tel Aviv. Wahnish es el rabino ortodoxo que instruye y acompaña casi siempre al Presidente.

Suerte diferente correrá Gerardo Werthein, propuesto para ocupar la embajada en los Estados Unidos. El empresario y dirigente deportivo trajinó los teléfonos de todos los senadores y tiene asegurados los votos, incluso de senadores del kirchnerismo, que le garantizarán su designación como representante argentino ante la administración de Joe Biden.

Mensajes ocultos y operaciones encubiertas

En el paquete de pliegos diplomáticos que impulsa el Poder Ejecutivo y cuyo tratamiento en el recinto de la Cámara alta se resolverá hoy en una reunión de jefes de bloque a la que convocó Villarruel, también figuran los de Guillermo Nielsen (Paraguay), Agustín Caucino (India), Ian Selecki (Francia) y Sonia María del Milagro Cavallo (Organización de Estados Americanos), hija del exministro de Economía menemista.

El nombramiento más complicado es el de Wahnish, rabino del jefe del Estado y sin experiencia diplomática, cuya designación encuentra fuerte resistencia en el kirchnerismo, al punto que mantuvo un fuerte entredicho con la senadora Lucía Corpacci (Catamarca) cuando concurrió a defender su pliego a la Comisión de Acuerdos de la Cámara alta.

Pero su figura también es resistida entre los bloques de la denominada oposición dialoguista. El panorama se complicó la semana pasada, luego de que en una entrevista Milei volviera a insistir con la idea de trasladar a Jesuralén la embajada argentina que actualmente se encuentra en Tel Aviv.

Esta declaración volvió a foja cero el acuerdo al que había arribado la canciller Diana Mondino con Martín Lousteau (UCR-Capital) y que había permitido destrabar el dictamen de comisión de Wahnish, que el senador y presidente del Comité Nacional del radicalismo se resistía a firmar.

El eventual traslado de la sede diplomática a Jerusalén fue motivo de un entredicho entre el candidato y Lousteau en la misma reunión de la Comisión de Acuerdos. El legislador apestilló a Wahnish en varias oportunidades sobre si conocía la existencia de un dictamen jurídico de la Cancillería sobre el tema. Además, le recordó al rabino que la ciudad considerada santa por las tres principales religiones monoteístas es un territorio reconocido en disputa por las Naciones Unidas, por lo que la instalación de la sede diplomática argentina allí terminaría convalidando una de las posiciones del diferendo.

“La ONU dividió a Jerusalén en dos sectores. Nunca iríamos a poner la embajada en el sector este. Se parte entonces de una premisa errónea y no estaríamos en tierra ocupada, sino en la reconocida por la ONU. Fue el primer tema cuando charlamos con Mondino”, respondió Wahnish.

Al rechazo del peronismo, que no está dispuesto a votar el pliego del religioso, y de Lousteau se suman el de otros miembros de la oposición dialoguista, que no ven con buenos ojos la falta de experiencia en materia diplomática del postulante. Mucho más en el nuevo escenario que se abrió en medio oriente tras el ataque perpetrado por la República Islámica de Irán contra Israel el último fin de semana.

“Para que la Argentina haga un buen papel, como quiere Milei, hay que enviar una persona con experiencia y Wahnish no la tiene, No es la persona indicada para este momento”, deslizó un legislador de la oposición dialoguista.

El panorama se hace más incierto ante el desconcierto que reina en amplios sectores de la UCR y Pro, en el que no terminan de entender la estrategia del Poder Ejecutivo y destacan que nadie del oficialismo, salvo la vicepresidenta, hizo gestiones para asegurarse los votos para nombrar a los embajadores.

Contactos

La suerte de Wahnish podría cambiar si el Gobierno logra reestablecer relaciones con el gobernador de Santa Cruz, el peronista Claudio Vidal, y éste, a su vez, logra alinear a los senadores José María Carambia y Natalia Gadano. Molestos con la decisión del Poder Ejecutivo de parar la construcción de las represas sobre el Río Santa Cruz y de privatizar Yacimientos Carboníferos Río Turbio, estos legisladores tomaron la decisión de votar en contra de las propuestas del Poder Ejecutivo. habrá que ver si las negociaciones entabladas por el ministro del Interior, Guillermo Francos, con el mandatario patagónico cambian esa postura.

Tras tomar la decisión de sesionar esta semana para tratar de mostrar un Senado en funcionamiento, una de las obsesiones de la vicepresidenta en su política de diferenciarse de su antecesora en el cargo, Cristina Kirchner, los colaboradores parlamentarios de Villarruel iniciaron contactos para saber el terreno sobre el que están parados. Hasta el momento, la postulación de Wahnish es la más complicada.

Tampoco tendrían asegurado los votos para que la la hija del exministro de Economía Domingo Cavallo se convierta en representante ante la OEA en Washington, aunque en este caso estarían más cerca de poder darle acuerdo.

 

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