WASHINGTON.- Rodrigo Valdés, el director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), evitó meterse de lleno en el debate acerca de la cotización del dólar en la Argentina y definir si el tipo de cambio está atrasado o no, pero afirmó, en medio de discusiones continuas del staff del Fondo con el Gobierno, que en última instancia la política económica debe ser consistente para “salvaguardar de forma duradera la estabilidad y la acumulación de reservas”.

Valdés dijo que las conversaciones actuales entre el Gobierno y el Fondo están enfocadas en mejorar la “calidad y durabilidad” de la política fiscal, y en cómo ajustar la política monetaria para reforzar la caída de la inflación y la acumulación de reservas.

Valdés también dio a entender que la próxima revisión del programa de la Argentina con el Fondo está encaminada, al indicar que las metas a fines de marzo se cumplieron con “márgenes importantes”.

“Estos días estamos en conversaciones activas con las autoridades, estamos trabajando para completar la octava revisión de la existencia del programa apoyado por el Fondo”, dijo Valdés. “Nuestras discusiones se han centrado en políticas para mejorar la calidad y durabilidad del ajuste fiscal que todos conocen bien, y también en cómo ajustar mejor las políticas del Banco Central para continuar reduciendo la inflación y reconstruir las reservas”, amplió.

Valdés respondió preguntas sobre la Argentina en la conferencia de prensa sobre el panorama para el Hemisferio Occidental en las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial en Washington.

La exposición de Valdés llegó en medio de las especulaciones acerca de un desembolso de fondos frescos para la Argentina –el funcionario evitó responder de manera directa sobre esa posibilidad, pero dejó en claro que las discusiones actuales no pasan por ese lado– y una incipiente discusión acerca de la consistencia del marco de políticas del Gobierno.

El Banco Central ha recortado la tasa de interés –a contramano de lo que sugieren los libros para un plan de estabilización– y varios economistas advierten que el dólar ya está atrasado porque la tasa de devaluación, el llamado “crawling peg”, corre detrás de la inflación mensual.

Pero tanto el Presidente Javier Milei como el ministro de Economía, Luis Caputo, han rechazado esas críticas y disienten en que el dólar está atrasado. Valdés fue particularmente prudente a la hora de responder preguntas sobre el dólar y el cepo, dos temas particularmente sensibles del programa económico.

“Por supuesto, cualquier eliminación de los controles deberá considerarse cuidadosamente teniendo en cuenta el alcance de los desequilibrios que aún tiene la economía, y los colchones de reservas para fortalecer el marco de políticas”, indicó Valdés sobre el cepo, y luego, al completar su respuesta con su visión sobre el dólar, ahondó: “Es fundamental que, en última instancia, las políticas sean consistentes, y eso incluye el nivel del tipo de cambio real, para salvaguardar de forma duradera la estabilidad y la acumulación de reservas”.

 

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