El Fenerbahçe ha amenazado con sacar al campo a su equipo de juveniles en la final de la Supercopa turca de este domingo contra el Galatasaray, en protesta contra lo que considera un permanente maltrato por parte de los árbitros y de la Federación de Turquía (TFF).

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El vicepresidente del club, que está segundo en la Superliga turca tras el Galatasaray, ya anunció a principios de esta semana que alineará a los jugadores de la categoría sub-19 y que abandonarán el campo antes del final de los 90 minutos.

De cumplir su amenaza, el equipo perdería automáticamente por 0 a 3 y su rival se haría con el título. El Galatasaray de Estambul ganó la Superliga turca en la temporada de 2022-2023 y el Fenerbahçe se hizo con la Copa.

El diario Hürriyet asegura hoy que el equipo planea sacar al campo a nueve jugadores que irán abandonando el juego progresivamente hasta quedar por debajo de los siete que exige las normas de la Federación turca, obligando así al árbitro a interrumpir el partido.

Ese medio adelanta que los futbolistas forzarán tarjetas rojas con acciones no violentas, como aplaudir las decisiones del árbitro, o directamente saldrán del campo.

Los medios turcos informan de que el primer equipo no se ha desplazado a Sanliurfa, donde se disputa la final a las 20.30 (18.30 GMT), mientras que el Galatasaray ya llegó ayer a esa ciudad.

De hecho, el Fenerbahçe no participó en la rueda de prensa de ayer, habitual antes de los partidos. El club turco quiere protestar contra lo que considera un permanente maltrato por parte de la TFF y de los árbitros.

Además, quiere protestar por el rechazo por parte de la Federación a su petición de que la final se pospusiera para poder tener más tiempo para preparar el partido de la Liga Conferencia de la UEFA del jueves que viene.

La TFF impuso esta semana una sanción de seis partidos en casa sin espectadores, amén de multas económicas, al Trabzonspor, por la agresión de numerosos hinchas suyos a los jugadores del Fenerbahçe tras el partido del 17 de marzo pasado.

El equipo llegó a pedir que los partidos de la Superliga turca sean arbitrados por colegiados extranjeros. La Supercopa iba a celebrarse el pasado 29 de diciembre en Riad, la capital de Arabia Saudí, pero fue suspendida al nos ser autorizados los jugadores a salir al campo con camisetas con el rostro de Mustafá Kemal Atatürk, el fundador de la Turquía moderna, con el mensaje «Paz en casa, Paz en el Mundo«.

 

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