Para cuidar la salud del cuerpo, entre otras cosas, es importante tener una buena alimentación complementada con algún tipo de ejercicio. De esta manera se mantiene al organismo nutrido de vitaminas, minerales y proteínas, y a la vez, en movimiento constante para evitar la pérdida de fuerza y elasticidad.

Como bien se sabe, hay muchos tipos de actividades físicas y disciplinas que ofrecen ejercicios para el cuidado de la salud física y entre ellas se encuentra el pilates.

Se trata de un método de entrenamiento físico y además mental que fue creado a fines del siglo XX por Joseph Hubertus Pilates, basado en conocimientos sobre yoga, traumatología y gimnasia.

Ejercicio de pilates llamado «la sierra»

En este tipo de entrenamiento hay un ejercicio que es muy beneficioso que ayuda a regenerar nuestra columna y abdomen y es el llamado “la sierra”. Según la Federación Española de Actividades Dirigidas y Fitness (FEDA), practicarlo puede ayudarte a mejorar la estabilidad y la movilidad de tu columna.

Cómo se practica “la sierra” en pilates

La sierra (the saw en inglés) consiste en realizar una torsión con flexión de espalda hacia adelante, desde una posición sentada.Para comenzar el movimiento hay que sentarse sobre los isquiones (huesos de la pelvis), con la espalda neutra, las piernas extendidas y abiertas un poco más de ancho de hombros.Como segundo paso se deben extender los brazos en cruz (a las 10 y a las 2), con palmas hacia abajo, los hombros relajados y las escápulas activas. En este punto, las rodillas deben estar estiradas y los pies en flex.Cuando comenzamos el movimiento hay que inhalar y buscar una máxima torsión sin que se levanten los huesos de la pelvis de la colchoneta que hayamos puesto en el piso.Al exhalar, se debe flexionar con espalda redondeada y proyectando la tapa de la cabeza hacia delante y el ombligo hacia adentro y arriba, siempre vaciando los pulmones.Una mano busca el pie contrario y se sitúa en el tobillo como intentando serrarlo, mientras que el brazo contrario busca alargar hacia atrás, con el dedo meñique mirando hacia arriba.Finalmente, se vuelve al inicio y se cambia la dirección de lo realizado anteriormente. Se recomienda repetir este ejercicio 3 veces de cada lado.

Los beneficios de practicar este ejercicio

Entre los tantos aspectos positivos que tiene este ejercicio se destaca no solo el hecho de que mejora considerablemente nuestra postura corporal, dado que se fortalecen los erectores de la columna y el core, sino que también ayuda ganar flexibilidad y estabilidad pélvica.

Claro que, como todo, este tipo de ejercicio tiene sus reparos. Es recomendado para todos aquellos que no sufran una patología o condición tal en la que su ejecución resulte contraindicada, por ejemplo si la persona tiene hernias de disco, falta de movilidad lumopélvica, problemas con los flexores de la cadera o embarazo.

 

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