El despido de cuatro funcionarios de alto rango abrió una nueva crisis en la Secretaría de Trabajo, que está a cargo de Julio Cordero, exabogado del Grupo Techint, desde hace un mes.

Se desconocen por ahora los motivos de los desplazamientos, aunque se ordenó una auditoría interna para verificar una serie de gastos, según fuentes consultadas por LA NACION.

Los funcionarios desplazados son todos directores de áreas sensibles y con trayectoria. Las salidas se oficializaron en paralelo con la designación de Liliana Acosta de Archimbal como subsecretaria de Relaciones del Trabajo, una suerte de número dos de Cordero. Acosta de Archimbal es una abogada que ya fue directora de Asuntos Jurídicos de Trabajo durante la gestión del macrista Jorge Triaca. Su nombramiento se concretó hoy en el Boletín Oficial.

El control de la Secretaría de Trabajo se volvió un fusible más del superministerio de Capital Humano, la cartera que conduce Sandra Pettovello y en la que motosierra de Javier Milei hizo estragos: 3611 despidos, entre ellos, más de diez cargos políticos de jerarquía. De esos 3611, unas 520 cesantías fueron en Trabajo. La última salida de alto impacto fue la de Mariana Hortal Sueldo, la número dos del organismo laboral y quien siguió los pasos del exsecretario del área, Omar Yasin, a quien el Presidente responsabilizó sin argumentos del escándalo por la suba de su sueldo en tiempos de ajuste.

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