El PSG cumplió con su trámite en Lorient (1-4) con los dobletes de Ousmane Dembélé y Kylian Mbappé. Los de Luis Enrique necesitaban los tres puntos para optar a ser campeones esta noche, y con el pitido final, se centraron en lo que realmente les preocupaba: el Mónaco-Lille que se está disputando en estos instantes. Si los de Adi Hutter no ganan, los parisinos levantarán su tercera Ligue 1 consecutiva y la décima en los últimos 12 años.
Luis Enrique no se privó de usar a Mbappé, que volvió a ser titular tras no sumar ni un minuto en la goleada ante el Lyon (4-1), y desatado como un león cuando sale de la jaula, marcó un tanto y le regaló otro a Dembélé, que firmó un ‘doblete’ demostrando que finalmente se ha enchufado de cara a puerta en el tramo más importante de la temporada.
El PSG monopolizó el partido con posesiones muy largas y consiguió imponer la electricidad de sus dos grandes estrellas. Kari desaprovechó un regalo de Louza en el corazón del área en los primeros compases del choque, y el que perdona lo paga.
NADIE PARA A LOS ‘CRACKS’ DE LUIS ENRIQUE
En el minuto 19 llegó la primera picadura del ‘Mosquito’. El ex del Barça abrió el marcador con un gol ‘marca de la casa’. Se ‘paseó’ por la frontal, de fuera hacia dentro, sorteando rivales a su antojo, antes de mandar un bello pase raso al palo largo de Mvogo. Tres minutos después, le llegó el turno a Mbappé. Kalulu dejó una autopista a su espalda que Nuno Mendes atacó sin pensarlo para servirle el segundo al ariete, que como los grandes goleadores, remató de espuela sin saber exactamente cómo, pero la mandó a dentro.
Bakayoko puso a prueba la agilidad de un Donnarumma que, pese a medir dos metros, sacó abajo su cabezazo a bocajarro. Pese al susto, el PSG subió el ritmo y el Lorient no pudo hacer nada hasta el descanso. Con el partido casi finiquitado, llegó el tanto definitivo a la hora de juego. Mbappé le regaló el ‘doblete’ a Dembélé tras una jugada individual de videojuego.
MBAPPÉ SE ‘CARGÓ’ EL GOL DEL HONOR
Bamba puso algo de emoción con un cabezazo potente a un centro perfecto de Mendy, que recordó a su mejor versión en Mónaco o Manchester. Era el minuto 73, pero las esperanzas de remontada en el Stade du Moustoir eran inexistentes.
El tiempo pasaba, los parisinos cada vez pensaban más en lo que podía suceder minutos después en Mónaco, y solo Mbappé, que quería el doblete que había conseguido previamente su compañero Dembélé, pudo agitar más el partido. El de Bondy puso el definitivo 1-4 con un ajustado disparo al palo largo con el interior del pie. Ahora, pendientes del Mónaco-Lille.
