Podría haber sido uno de los penaltis más absurdos de los últimos tiempos, aunque Glenn Nyberg -colegiado del encuentro- prefirió mirar a otro lado para evitar problemas mayores. En una jugada surrealista como pocas se recuerdan, el Bayern reclamó una pena máxima que hubiese cambiado el devenir de un partido de alta tensión.
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El Arsenal-Bayern de Múnich estuvo rodeado de polémica, aunque ninguna jugada desató la indignación del Bayern de Múnich como el absurdo penalti no señalado a favor de los bávaros. En una jugada ridícula que los jugadores no reclamaron en un primer momento, las quejas del equipo alemán se multiplicaron una vez terminó el encuentro tras revisar una polémica que podría haber cambiado el devenir de la eliminatoria.
En la segunda parte del encuentro contra el Arsenal, David Raya se disponía a sacar desde su portería para iniciar jugada. El portero pasó el balón a Gabriel Maghalaes que, sin enterarse de que su guardameta ya había puesto el esférico en juego, cogió el balón con las manos para volver a plantarlo y poder sacar nuevamente. La jugada se había iniciado tras el pitido del colegiado, así que por muy absurdo que pudiese parecer, el penalti debía haber sido señalado.
Más surrealistas fueron las explicaciones de Glenn Nyberg a los jugadores del Bayern: «El árbitro cometió un gran error. Sé que fue una situación de locura. Dejaron el balón, él silba y el defensor toma el balón con las manos. Lo que nos enfada es la explicación en el campo. Les dijo a los jugadores que fue ‘un error de niño’ y que no sancionarán un penalti por eso en los cuartos de final de la Champions League«.
El encuentro acabó con 2-2 en el marcador, un resultado que deja todo abierto para el partido de vuelta. Los bávaros resistieron en el Emirates contra un Arsenal que tendrá que asaltar el Allianz si quiere estar en las semifinales de la Champions.
