Si en el Real Madrid viene siendo Mbappé, el culebrón de los últimos dos veranos en el Barça es el de Bernardo Silva. El portugués lleva tiempo mandando señales pero las dificultades económicas han impedido que el club azulgrana pueda acometer su incorporación. ¿Irá la vencida a la tercera? Bernardo es una opción encima de la mesa, pero no es una prioridad, antes debería haber ventas y, por último, habría que rebajar su cláusula de 58 millones de euros.

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La temporada pasada, el deseo de Bernardo Silva ya era el de abandonar el Manchester City. Más aún habiendo conquistado la Champions League, el gran objetivo que perseguía el proyecto de Pep Guardiola. Pese a esperar al Barça hasta el último momento, al mediapunta no le quedó más remedio que renovar; no tenía otra solución. La alternativa era Arabia Saudí, opción que descartó. Ahora, desde su entorno deslizan que la decisión se tomará cuando se resuelva la Premier, pero la situación es obvia: si Bernardo ya quería salir el año pasado, mucho más ahora.

La continuidad de Xavi en el banquillo realimenta las esperanzas del luso de vestir la camiseta azulgrana. El técnico egarense es un gran admirador del fútbol de Bernardo y cree que aportaría mucho a su equipo en el cuadrado instaurado en la medular -a veces desmontable a un 4-3-3 más clásico-. De hecho, entrenador y jugador ya estuvieron en contacto directo el pasado verano para calibrar qué opciones reales había de que fichara por el Barça.

Los azulgranas intentarían rebajar el precio de 58 ‘kilos’

Ahora, la situación económica del club no es que sea mucho mejor. Pese a las conversaciones constantes con LaLiga y a los esfuerzos para acercarse a la regla del uno a uno, la realidad es que al Barça todavía le quedan deberes por hacer si de verdad quiere aspirar a operar con normalidad. Esto significa que antes de pensar en Bernardo Silva resulta obligado hacer caja con algún jugador de la parcela ofensiva, ya que por planificación de plantilla tampoco tendría sentido la incorporación del luso si no se libera alguna ‘vacante’ en el ataque o centro del campo.

Pero hay más condicionantes. Bernardo Silva cumplirá en agosto 30 años y el Barça ya tiene en plantilla un jugador de características similares: Ilkay Gündogan, de 33. Eso significa que, por mucho que aprecie su calidad técnica, el club catalán no puede considerar estratégica una hipotética incorporación del portugués. En consecuencia, en el Barça creen que los 58 millones de cláusula son excesivos. A un precio menor, la historia ya sería otra. ¿Estaría dispuesto el City a negociar por un jugador totalmente amortizado y que tanto rendimiento ha ofrecido?

Es más, en caso de que el Barça pudiera invertir una cantidad similar en un fichaje -habría que llevar a cabo un par de ventas de peso como mínimo-, la prioridad sería la contratación de un pivote de primer nivel. Si eso se produce y luego hay más ventas que permiten más inversiones, entonces sí el Barça estará en disposición de plantearse si quiere invertir 40-50 millones en el luso.

 

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