Si algo define al filial de Márquez es su carácter competitivo. El Barça Atlètic sigue demostrando que es un equipo flexible, capaz de imponerse con actuaciones más o menos brillantes, pero también en escenarios desagradables de la categoría.

La victoria por la mínima ante el Lugo, un equipo incómodo y muy agresivo, fue un triunfo de los segundos. De resistir a la frustración y seguir intentándolo. Y así, a base de paciencia, terminó imponiéndose con un gol en propia puerta del Lugo y un protagonista azulgrana en la sombra, Moha: un jugador clave para Márquez, pero sin los focos de algunos de sus compañeros.

El Barça Atlètic no tardó en hacerse con el balón desde los primeros minutos. De nuevo con la propuesta de Márquez de potenciar la salida de balón cerrando con tres defensas y el comodín de Casadó, a ratos lateral, en otros mediocampista.

Guiu, de más a menos

El filial contó con los refuerzos del propio Casadó y Marc Guiu, habituales con el primer equipo, para medirse al conjunto gallego. Al Barça le sentó bien la presencia de los dos durante unos primeros 45 minutos de mucho dominio y ocasiones para adelantarse.

Pau Víctor fue el primero en avisar al Lugo tras un remate algo forzado. El Barça buscaba soluciones entre líneas a través de Unai, un futbolista muy vertical, de gran actividad, que tuvo una de las mejores ocasiones de la primera mitad. El balón se le marchó fuera tras un gran recorte cuando lo tenía todo de cara.

También Faye rondó el gol con un disparo desde fuera del área, una de sus especialidades. El central volvió a ser protagonista unos minutos después, pero, esta vez, por hacerle un lío a su equipo. El senegalés trató de evitar un fuera de banda, y su despeje, generó un mano a mano de Ledesma, que no convirtió por muy poco, ante Astralaga.

En la otra área, Marc Guiu, minutos antes, no acertó con su cabezazo. Una de las pocas apariciones del ariete, que no logró conectarse y fue sustituido en la segunda parte. La peor noticia llegaría en la recta final del primer tiempo: la lesión en el tobillo de Mbacke, que tuvo que ser sustituido por Olmedo.

Un gol salvador

La segunda parte acentuó la dinámica de los primeros 45 minutos: el dominio del Barça y el planteamiento defensivo de los gallegos. Los de Márquez trataron de poner una marcha más pero se encontraron con con hormigón visitante, muy ordenado y constante en las ayudas.

Apretaba el Barça y se defendía el Lugo, que no tenía problemas en rifar el balón para evitarse problemas. Moha fue el primero en intentarlo pero todas las jugadas azulgranas se difuminaban en los últimos instantes. En ocasiones con acciones agresivas del Lugo, como un codazo a Unai, que lo tenía todo para aprovechar una pared con Guiu, pero sufrió la dureza de los visitantes.

Sin la fluidez de otros encuentros, el Barça no logró adelantarse hasta que el Lugo cometió un error fatal. Un gol en propia tras un centro de Moha que intentó rechazar Castrín.

Minutos después Pau Víctor pudo haber sentenciado el encuentro, pero Lucas Díaz salvó un gol con la punta del pie que ya se cantaba en el Johan.

En los últimos minutos, apretó el Lugo pero la victoria se la llevó el Barça, que recupera la segunda plaza, y renueva su candidatura al ascenso.

 

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