En una de las mejores segundas partes de su historia reciente, el Barça pasó por encima del PSG a partir del trabajo defensivo con Gonzalo Pérez de Vargas a un nivel estelar y con un Petar Cikusa que se exhibió para demostrar que ya está preparado para asumir más responsabilidades. El 22-30 en París debe quedar en los anales de una sección que no se cansa de ganar.
El sensacional trabajo de Carlos Ortega y de sus jugadores está permitiendo superar las previsiones en un curso que llegaba marcado por la marcha de Ludovic Fàbregas. Pues bien, lo visto desde el 16-14 al 22-30 final debería repetirse en las escuelas de balonmano. Ahora solo falta rubricar este +8 el jueves en el Palau y la Final Four de Colonia ya será una realidad.
Sin ser mala, la primera parte azulgrana estuvo lastrada por una pléyade de circunstancias. Aleix Gómez falló dos penaltis, el equipo estrelló dos lanzamientos en la madera y Andreas Palicka maravilló en la portería con nueve paradas, dos de ellas en manos a manos con el sabadellense.
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Emil Nielsen no alcanzaba el nivel del sueco y la igualdad inicial se rompió con el cuarto fallo de cinco lanzamientos de Aleix Gómez que permitió al joven Peleka establecer el 7-5 (min. 14:15) aprovechando una dinámica bastante positiva.
La entrada de Gonzalo Pérez de Vargas a los 16 minutos elevó mucho el nivel en la portería hasta rozar el 50% (cuatro paradas y cinco goles recibidos entre el 16′ y el 30′), pero donde no salían las cosas era en ataque por falta de puntería.
Dos tantos seguidos del exazulgrana Kamil Syprzak aprovechando sus enormes dimensiones elevaron aún más esa desventaja (9-6, min. 16:44), aunque entre la buena entrada en el partido de Petar Cikusa y un tanto de Javi Rodríguez apretaron mucho el marcador (12-11, min. 25:39).
Un par de decisiones discutibles de los colegiados alemanes (una falta clara no señalada sobre Blaz Janc en una contra y una exclusión perdonada a Tönnesen por agarrar de la camiseta a Javi Rodríguez), un golazo de Ntanzi y otro de penalti de ‘Sypa’ con el reloj a cero derivaron en un preocupante 14-11 al descanso.
11 goles en 30 minutos no son de recibo si se quiere aspirar a cotas mayores. La mejor noticia es que no fue un problema de juego, sino de puntería con las nueve paradas de Palicka como agravante. Pues bien, el Barça incluso mejoró en defensa y los astros se alinearon en ataque con Gonzalo aún mejor.
Del 16-14 se pasó al 16-19 en cinco minutos sensacionales mientras a Carlos Ortega incluso se le escapaba una sonrisa. Su equipo estaba brillando en todas las facetas del juego y Pérez de Vargas interpretaba a la perfección el ataque con siete de los locales para que su equipo marcase dos veces a puerta vacía.
Petar Cikusa también brillaba para celebrar la renovación y el Barça llegó a situarse 18-24 a 12 minutos del final, un marcador que lo situaba virtualmente en la Final a Cuatro de Colonia. Otro que brillaba en las dos mitades de la pista era Luís Frade, un pivote que ha asumido los galones esta temporada tras la marcha de Ludovic Fàbregas.
Sin embargo, Pol Valera no estuvo acertado en dos lanzamientos, Richardson se precipitó en otro y el PSG redujo su desventaja a la mitad con un tanto de Holm (22-25) en una acción que dio paso a otra exhibición barcelonista con Cikusa, Pérez de Vargas y Frade al mando. Al final, 22-30 y el Barça ya está a orillas del Rhin, a escasos metros del Lanxess Arena. Ahora toca culminar el trabajo el jueves que viene en el Palau.
