WASHINGTON.- El gobierno de Joe Biden reimpondrá sanciones al sector petrolero de Venezuela ante la ofensiva del régimen de Nicolás Maduro para impedir elecciones presidenciales libres y justas, un compromiso que había quedado plasmado en el acuerdo de Barbados, y se diluyó en medio de la continua represión del chavismo a la oposición política.

Estados Unidos dejará expirar la suspensión temporal que había otorgado en las sanciones al petróleo en Venezuela a fines del año anterior, luego de la firma del acuerdo de Barbados, cuando autorizó transacciones con Petróleos de Venezuela (Pdvsa), incluidas operaciones de venta y exportación de petróleo, un alivio crítico para la deshilachada economía venezolana. El gobierno de Biden otorgará un período de 45 días para finiquitar cualquier transacción pendiente.

“Hemos sido consistentes en nuestros mensajes públicos y privados de que mantener el alivio de las sanciones en el sector de petróleo y gas de Venezuela dependía del compromiso de Maduro de mantener el acuerdo de Barbados”, indicaron altos funcionarios de la administración norteamericana en una llamada con periodistas, de la que participó LA NACION.

Los funcionarios indicaron que realizaron una revisión muy cuidadosa y concluyeron que, si bien las autoridades venezolanas cumplieron “algunos compromisos clave” del acuerdo de Barbados, también “se quedaron cortos” en varias áreas, incluida la descalificación de candidatos y partidos políticos del proceso electoral por tecnicismos, y lo que ven como “un patrón continuo de acoso y represión contra figuras de la oposición y la sociedad civil”.

“Los representantes de Maduro detuvieron injustamente a múltiples miembros políticos de la oposición y a la sociedad civil, y fuimos testigos de una inquietante campaña de acoso e intimidación a actores de la oposición únicamente por ejercer sus derechos políticos de reunirse y hacer campaña”, explicaron.

En particular, la Casa Blanca puso sobre relieve las trabas que se le impusieron a María Corina Machado, principal candidata de la oposición, para poder participar de la elección presidencial, así como también a su reemplazante, la doctora Corina Yoris.

Altos funcionarios del gobierno de Biden dijeron que mantienen un “contacto regular” con miembros de la oposición de la Plataforma Unitaria Democrática y reiteraron que “la gran mayoría de los venezolanos todavía quieren y están haciendo todos los esfuerzos posibles para lograr una elección competitiva con un candidato de oposición serio en las elecciones de 2024″, el próximo 28 de julio, y que la intención oficial es seguir interactuando con todos los actores involucrados, incluido el régimen de Maduro.

La Casa Blanca insistió en que el acuerdo de Barbados es “el mejor camino disponible” para intentar tejer una transición democrática en Venezuela. Pero el régimen de Maduro dio ya sobradas muestras de que tiene escaso interés en cumplirlo.

“Seguimos creyendo que el acuerdo de Barbados representa el único camino viable importante a seguir, pero la otra parte no ha cumplido con sus obligaciones”, indicaron los funcionarios.

 

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