Neymar está haciendo una recuperación muy sui géneris de su gravísima lesión en el ligamento cruzado anterior y en los meniscos de su rodilla izquierda. El médico de la CBF, Rodrigo Lasmar, que fue quien le operó es quién está supervisando los plazos y la evolución en su convalecencia del principal contratiempo físico de su carrera.
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El ex del Barça y el PSG se ha instalado de nuevo en Riad, después de su último tour, que lo llevó a Estados Unidos, donde se le vio presenciando un partido de la NBA, y a pasar por su país, donde estuvo en la final ida del Campeonato Paulista en Santos. Este último evento disparó los rumores sobre la posibilidad de que acabara comprando el club donde se formó como jugador.
El Al-Hilal ha colgado un vídeo en el que se aprecia a Ney tocando balón por primera desde que se rompió en octubre en Montevideo, en el partido Uruguay-Brasil de clasificación para el Mundial 2026. Las imágenes, sin embargo, no han logrado el efecto esperado, por lo menos en Brasil.
Hay una desconfianza enorme entre sus compatriotas sobre cuál será el estado de forma del ‘10’ cuando regrese a los terrenos de juego, lo que ocurrirá no antes del mes de agosto. Que no estará en la Copa América, en Estados Unidos, ya se sabe desde hace meses.
Los brasileños son conscientes de que Neymar quiere estar en el próximo Mundial. Por eso, la preocupación radica en cómo se está tomando el propio protagonista su recuperación, con sus idas y venidas desde Arabia, y su agenda intensa de compromisos sociales y publicitarios. Su sobrepeso, que salta a la vista, es interpretado como dejadez de alguien más interesado en el ‘show business’ que en el fútbol.
