En menos de seis meses, el vínculo entre Luis Barrionuevo y Javier Milei sufrió un deterioro abrupto. El líder del sindicato de hoteleros y gastronómicos pasó de apoyar las aspiraciones presidenciales del libertario a criticar su presidencia en duros términos. Esta tarde, el gremialista criticó su gestión, desestimó los números de la actividad turística del fin de semana largo y exigió al Gobierno “un plan económico”.

Durante una conferencia de prensa convocada en la sede porteña de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (Fehgra), en Larrea 1250, Barrionuevo alertó que, producto del ajuste económico, “estamos entrando en una pandemia sin virus”. “No se puede avanzar con el déficit fiscal sin una política productiva, de trabajo y de consumo. Si eso no existe el ajuste lo pagan los trabajadores”, dictaminó.

Tras advertir sobre el riesgo del cierre de establecimientos y la consecuente pérdida de puestos de trabajo, el sindicalista relativizó la actividad turística del fin de semana largo de Semana Santa. “Los que viajaron fueron los que tenían plata abajo del colchón, no viajó la clase media y media baja. Los hoteles de tres y dos estrellas tuvieron una ocupación del 30%”, precisó, a la vez que sentenció: “Nuestro sector no vive de una semana, sino de los doce meses del año”.

Fue después de que el titular de Fehgra, Fernando Desbots, explicara la postura del empresariado del sector. “Si no se recupera el poder adquisitivo de los trabajadores y jubilados, no se va a poder reactivar la actividad económica”, indicó.

La reaparición de Barrionuevo se da en medio de una escalada de tensión entre la Casa Rosada y el sindicalismo, crispado ante la ola de despidos en el Estado y la intención de Milei de insistir con la reforma laboral en la ley Bases “bis”. El capítulo del DNU 70/2023, donde el Gobierno buscó, entre otras cosas, modificar los cálculos indemnizatorios y avanzar contra la caja y el poder sindical, fue frenado en enero por la Justicia.

Hace ya algunas semanas que el líder gastronómico manda señales de confrontación con Milei. Durante una reunión con gremios del transporte y sindicalistas aliados en Parque Norte, Barrionuevo exigió la semana pasada a la CGT que convoque a un plenario de secretarios generales para definir qué medidas de fuerza tomar. Lo respaldaron Carlos Acuña, parte del triunvirato que comanda la central sindical, y Omar Maturano, líder de La Fraternidad.

Esta tarde, en paralelo a la conferencia de los gastronómicos, la mesa chica de la CGT se congregó para definir qué hacer para el 1 de mayo, el Día del Trabajador. La reunión fue en la sede de la Unión del Personal Civil De La Nación (UPCN), donde el cotitular de la CGT, Héctor Daer, adelantó que el jueves 11 de abril habrá una reunión del Consejo Directivo. “Ahí tendremos la medida y todo lo que vamos a hacer. No descartamos paro ni movilización”, aseguró el gremialista.

Pablo Moyano, el líder de Camioneros y parte del tridente dirigencial de la central sindical, aseguró ayer en diálogo con el Destape Radio que evalúan los pasos a seguir. Aseguró que “en los próximos días” se confirmará una protesta contra la administración libertaria, que, según precisó, podría ser “un paro nacional o una gran marcha federal”.

De la ilusión al desencanto

Barrionuevo apoyó al entonces candidato presidencial durante las PASO, en una alianza electoral que fue fugaz y que se fisuró por cortocircuitos por la fiscalización y el financiamiento. El vínculo se terminó de romper con el acuerdo de cara al balotaje entre Milei y Pro. Barrionuevo explicó ante su tropa que el entendimiento con el economista libertario había llegado a su fin por no haber sido consultado sobre la negociación que se abrió con Mauricio Macri y Patricia Bullrich. Detrás de este portazo también estuvo el hecho de que su excuñado Dante Camaño, con quien está enfrentado en la Justicia por el control de la sede porteña de los gastronómicos, había apoyado a Juntos por el Cambio en la primera vuelta electoral.

El sindicalista catalogó este giro como “una estrategia política” y argumentó por qué no apoyó al candidato peronista, Sergio Massa: “Nos íbamos a ir al descenso”, justificó. “La gente quería un cambio y nosotros trabajamos con el cambio. Hay que cambiarle las caras al peronismo para que la gente vuelva a creer”, consideró. Sin embargo, tampoco fue elogioso del Presidente, a quien le criticó no tener “un plan económico”. “Me defraudó”, dictaminó sobre la gestión del libertario.

 

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