Las internas entre la dirigencia de La Libertad Avanza (LLA) generan un impacto inmediato en cómo se distribuye el poder en Diputados. La batalla que ayer protagonizaron el titular del cuerpo, Martín Menem, y el exjefe de bloque, Oscar Zago, dejó un tendal de disconformes que ponen en juego el lugar de segunda minoría que actualmente ostentan los libertarios en la Cámara baja. La materialización del portazo de cuatro legisladores dificultará el manejo de las comisiones así como la pelea por el reparto de lugares en la Auditoría General de la Nación (AGN), donde hay solo tres vacantes.

En un parlamento hiperfraccionado, Menem trabajó desde su llegada a la presidencia para no quedar relegado frente al kirchnerismo, que cuenta con la primera minoría con 99 integrantes. No obstante, las fricciones de los libertarios entre sí y con los bloques dialoguistas erosionaron los acuerdos logrados para sumar peso específico en la Cámara.

La eyección de Zago de la jefatura del bloque oficialista, que cuenta con 41 diputados, profundiza las complejidades parlamentarias del Gobierno, que tiene varios frentes abiertos y se encuentra en la antesala del inicio de la discusión de la nueva “ley Bases” y el paquete fiscal. A pesar de este escenario, el control de daños del oficialismo después de correr a su presidente de bancada fue nulo. “Nadie lo llamó”, confirmaron dos personas que contuvieron a Zago en el Hotel Savoy tras confirmarse el nombramiento del cordobés Gabriel Bornoroni como su reemplazo.

En cambio, un reducido grupo de legisladores se fue a festejar los cambios en el espacio al restaurante Rodizio de Puerto Madero. Además del flamante jefe de bloque, se encontraban César Treffinger (Chubut), Lisandro Almirón (Corrientes), Nicolás Mayoraz (Santa Fe), Beltrán Benedit (Entre Ríos) y Facundo Correa Llano (Mendoza).

Esto explica la falta de rodeos de Zago para ocultar su malestar. “Sigo perteneciendo al frente con mi partido político; se hará un bloque seguramente. Nos juntaremos con los diputados que tengo, con los legisladores de la Ciudad, y veremos si se hará un interbloque. Podrá funcionar como en Pro u otros partidos”, precisó el diputado porteño en radio 10.

El exjefe de bancada es referente del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), uno de los partidos que prestaron su sello para conformar el frente electoral que llevó a Javier Milei a la Presidencia. Los legisladores María Cecilia Ibáñez (Córdoba) y Eduardo Falcone (Buenos Aires) también forman parte de este espacio y es probable que se separen de la bancada oficialista. “Vamos a seguir siendo miembros de la Libertad Avanza, ya sea dentro del bloque o como interbloque con el MID”, dijo esta mañana Falcone durante una entrevista radial.

La principal incógnita es cómo actuará la diputada Marcela Pagano ante el desaire que ayer sufrió por parte de sus propios colegas de bancada y hasta del titular de la Cámara, quien trató de boicotear la comisión de Juicio Político para evitar su nombramiento como presidenta. Según pudo saber este medio, la legisladora bonaerense quedó “dolida”, pero se niega a tomar una decisión antes de reunirse en persona con Milei.

LA NACION pudo confirmar que ayer por la noche el Presidente llamó a Pagano para conversar sobre lo ocurrido. Durante este diálogo, Milei trató de persuadir a la diputada de quedarse al frente de la comisión de Finanzas a cambio de liberar Juicio Político, donde tanto el primer mandatario como su hermana Karina pretenden ubicar a Bertie Benegas Lynch. “No va a ceder”, confiaron cerca de Pagano, quien ayer envió una nota diriga a Menem donde reforzó su designación como presidenta de la comisión en disputa con la firma de 18 legisladores de distintos colores políticos.

El presidente de la Cámara, en tanto, no reconoce la reunión de ayer como válida e insistirá en una nueva conformación. Así lo ratificó el vocero Manuel Adorni, quien en su conferencia matutina destacó: “Martín [Menem] hizo lo que le pareció correcto y está todo conforme al reglamento”. Y sentenció: “La comisión no se llegó a conformar y eso va a pasar recién la semana que viene”.

Reparto de lugares

La salida de los referentes del MID así como de Pagano sumarían cuatro escisiones en el bloque libertario y dejaría al oficialismo con el mismo número de diputados que Pro, con 37. Este escenario complejiza las negociaciones por ocupar un lugar en la AGN, donde el Gobierno considera ubicar al apoderado nacional de LLA, Santiago Viola, quien acumula cuestionamientos de la oposición, pero que pica en punta tras la intención de la hermana del presidente de consolidar un partido propio a nivel nacional.

La AGN encarga de la auditoría externa de la administración pública y, entre otras funciones, fiscaliza las operaciones de endeudamiento, los balances del Banco Central y el cumplimiento de los planes de acción y presupuesto de las empresas y sociedades del Estado. El control interno del Estado está a cargo de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), donde Milei ubicó a Miguel Carlos Blanco, uno de sus alfiles que hoy lleva adelante la confección del informe “el escáner del Estado”, por el que el oficialismo pretende exponer las irregularidades del gobierno anterior.

A pesar de que actualmente las cuentas que se auditan son las de los Fernández, la Casa Rosada sabe que eventualmente también le llegará el turno a su administración. Por eso, buscan llenar los espacios con personas de su máxima confianza.

Si bien una distribución de lugares por D’Hont beneficia al kirchnerismo con dos lugares, la letra chica de la ley -24.156- que regula este procedimiento no especifica qué sistema de reparto utilizar en la conformación del organismo. No obstante, solicita “observar” la composición de cada una de las Cámaras. Esta vaguedad podría beneficiar a los libertarios, que quedarían en igualdad de condiciones con Pro para pelear por un lugar. El partido de Mauricio Macri baraja por el momento dos nominaciones: la del legislador nacional Luciano Laspina y la del exministro de Trabajo macrista Jorge Triaca.

Mientras el kirchnerismo buscará renovar los dos lugares que deja vacantes, la estrategia del radicalismo es trabar una alianza con el espacio de Miguel Ángel Pichetto, con 22 legisladores, para ganar peso en la Cámara y colarse en el segundo lugar. En ese esquema, el nombre del exdiputado nacional Mario Negri surge como la pieza aglutinante del pacto. De concretarse, el riesgo del oficialismo de perder su lugar en el organismo de control se profundiza.

 

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