El Templo Satánico (TST, su sigla en inglés) volvió a estar en foco de atención luego de que su cofundador, Lucien Greaves, invitase al gobernador de Florida, Ron DeSantis, a un debate público sobre la implementación de ley HB 931, que deja afuera a los seguidores de esta religión de la posibilidad de ser capellanes escolares voluntarios en las escuelas públicas de ese estado sureño de EE.UU. Fundada hace poco más de 10 años, desde la institución dijeron sentirse discriminados y acusaron el mandatario de no conocer las actividades que realizan ni cómo piensan.

Qué es el Templo Satánico y cuál es su filosofía: sus siete principios

En su sitio Web, el Templo Satánico se presenta —a grandes rasgos— como un espacio que busca fomentar la benevolencia y la empatía, “rechazar la autoridad tiránica”, oponerse a la injusticia y emprender actividades nobles. Además, asegura que, desde su fundación, sus miembros se enfrentaron a grupos de odio, luchas para abolir los castigos corporales en las escuelas y “brindaron exención religiosa y protección legal contra leyes que restringen de manera no científica la autonomía reproductiva de las personas”, entre otras cosas.

A su vez, presentan siete principios rectores del Templo. La gran mayoría de ellos son premisas como que hay que “esforzarse por actuar con compasión y empatía” y que “luchar por la Justicia es una búsqueda continua y necesaria que debe prevalecer sobre las leyes y las instituciones”. No obstante, en el listado aparece un principio fuertemente cuestionable: “Respetar las libertades de los demás, incluida la libertad de delinquir”.

Al explorar el fondo de las cuestiones que proponen, el Templo Satánico se presenta primero como una escuela darwinista, desde el punto de vista de la creación y evolución de las especies. Esta posición la utilizan para mostrarse en la vereda opuesta de los que ellos describen como “fanáticos evangelistas”.

El Templo se desliga de otras instituciones satanistas

Sin embargo, algo que aclara el propio TST, es que muchas veces se los confunde con la Iglesia de Satán fundada por Anton Szandor LaVey en la década de 1960. Esta institución, que aún continúa vigente, también es darwinista en su origen, aunque extiende la teoría de las especies de Charles Darwin para hablar y apoyar la supervivencia del más apto, es decir, es una religión que antepone el individuo sobre el colectivo, al revés que la filosofía del Templo Satánico.

El TST fue fundado muchos años después, en 2013, por Lucien Greaves y Malcolm Jarry. “Fue tanto la causa de un sismo dentro del satanismo moderno como el resultado de uno”, remarcan. El Templo se considera en oposición a la filosofía anti-altruista del interés propio de la Iglesia de Satán y afirman que de ahí surge el principio de “esforzarse por actuar con compasión y empatía hacia todas las criaturas, de acuerdo con la razón”.

El Templo Satánico mantiene dos grandes diferencias con la Iglesia Satánica: es proaborto, dado que antepone la libertad del individuo sobre su cuerpo, y apoya la eugenesia, es decir, la mejora de rasgos hereditarios. Por otro lado, en el TST indican que no hay pensamiento mágico. Por el contrario, el diablo y su mitología son utilizados como una metáfora y consideran que “las creencias deben ajustarse a la mejor comprensión científica del mundo”.

Desde el templo invitaron al gobernador DeSantis a un debate público

Al promulgar la ley de capellanes voluntarios en las escuelas de Florida, Ron DeSantis aclaró en conferencia de prensa que los satanistas no están calificados para participar. “Vamos a usar el sentido común, no tienen que preocuparse por eso”, le dijo a las familias de los estudiantes. En ese contexto, el Templo Satánico se quejó y sostuvo que cumple con todas las condiciones para formar parte de esa normativa, dado que es una institución reconocida por el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por su sigla en inglés). Eso sucedió en 2019, cuando recibió la clasificación de “iglesia o convención o asociación de iglesias”, lo que incluso le concedió una exención impositiva. Es por esto que, de no dar el brazo a torcer, el TST amenazó con demandar al Estado.

Como desde el TST consideran que el gobernador DeSantis desconoce su funcionamiento, accionar y filosofía, lo invitaron a un debate público y le pidieron que elija hora y fecha. En el mail en el cual hicieron la citación, le indican al mandatario que “un debate público proporciona una excelente plataforma para discutir a fondo los principios de la libertad religiosa en Estados Unidos”.

 

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