Cada persona es un mundo, por lo que todas ellas tienen diferentes cualidades, desaciertos y hábitos que las hacen únicas. Por ejemplo, hay algunas que son egoístas por naturaleza, por el hecho de que tienden a priorizar sus propios intereses, necesidades y deseos por encima de los de los demás, sin considerar las consecuencias. Es por eso que surge el término de “egoísmo saludable”, en el que la propuesta implica concentrarse en uno mismo sin que esto genere el hábito de volcarse únicamente a lo que uno necesita. Un especialista dio a conocer cuáles son las frases más recurrentes de este tipo de personas.

Stefan Falk, un experto en psicología laboral y autor del libro Intrinsic Motivation: Learn to Love Your Work and Succeed as Never Before (Motivación intrínseca: aprenda a amar su trabajo y tener éxito como nunca antes) le ofreció a CNBC Make It un listado de las cinco frases que las personas egoístas suelen utilizar con frecuencia. Además, remarcó que en el ámbito laboral se pueden ver este tipo de comportamientos.

Las cinco frases que dicen las personas más egoístas

Con la premisa de que las personas egoístas siempre esperan recibir algún tipo de reconocimiento por su experiencia y muestran poco interés por aprender de los demás, el especialista destacó las siguientes frases:

“Esta retroalimentación es insultante”

A menudo, las personas egoístas toman cualquier comentario o crítica como un ataque personal, rechazando la idea de que siempre hay espacio para aprender o crecer. Al pensar que nunca se equivocan, no aceptan sugerencias para mejorar su trabajo.

“Mis ideas son valiosas y siempre merecen una seria consideración”

Estas personas tienden a creer que siempre ofrecen un valor excepcional a los demás cuando comparten sus ideas, sin importar si son verdaderamente significativas o contribuyen de alguna manera. Por lo tanto, suelen ignorar la posibilidad de que las ideas, opiniones o sugerencias puedan tener defectos.

“Tu éxito se produce a expensas del mío”

Cuando una persona tiene estas características, generalmente tiene menos éxito en comparación con alguien que prefiere ayudar a los demás, ya que le resulta algo natural. Con frecuencia, los egoístas no comprenden la importancia de apoyar a quienes los rodean, y creen que los éxitos de los demás no son justos y solo se logran mediante algún tipo de favoritismo.

“¿Por qué siempre intentas controlarme?”

Las personas que se consideran superiores a los demás no suelen apreciar que sus jefes, por ejemplo, establezcan límites o proporcionen instrucciones claras. Para ellos, las directrices de un gerente son vistas como sugerencias en el mejor de los casos, y como abusos en el peor de los escenarios.

“Eres irrespetuoso al no estar de acuerdo conmigo”

Las personas egoístas tienen la constante expectativa de ser reconocidas por su experiencia, mostrando poco interés en aprender de los demás. Por ende, cuando alguien presenta una perspectiva distinta, no lo interpretan como una oportunidad para desarrollarse, sino como un signo de ignorancia.

Falk también compartió algunas sugerencias para manejar a este tipo de individuos en el entorno laboral, empezando por evitarlos. “Interactuar con personas egoístas generalmente conduce a resultados desfavorables”, comentó. Además, establecer límites definidos puede ser esencial para abordar comportamientos inaceptables en el trabajo. Por último, señalarles que tales actitudes podrían afectar negativamente su éxito podría servir como un disuasivo efectivo.

 

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