El mundo del diseño no es ajeno a las turbulencias sociales y económicas. Muy por el contrario, el buen diseñador es un gran observador que vive en la realidad y, a partir de sus diseños y productos, intenta dar soluciones que, eventualmente, mejoren y le faciliten la vida al resto. Justamente, es esa búsqueda la que hace tan interesante el recorrido que cada año hacemos por Ambiente, la feria de productos para el hogar más grande del mundo.

Era de esperar que el diseño se hiciera eco de una Europa atravesada por dos conflictos bélicos. Entonces, lejos del consumo desmedido y las opciones por el lujo tradicional, hoy se nota la tendencia al “Not too loud” (“no tan fuerte/alto”). ¿A qué se refiere este concepto? Es una invitación a bajar uno o dos decibeles: no hace falta inundar el mercado de productos repetidos; en lo posible, es mejor reducir.

Una selección de las tendencias del año

1. Relax refinado

Dentro del mundo del bienestar, la sección de velas y aromas para el hogar crece año a año en Ambiente, respondiendo a una demanda que ya toma esos elementos como un estándar. Pero quién no se topó con fragancias intensas o poco refinadas en esa búsqueda. Entre varias, tomamos a la marca belga Boogie Bougie como una de las que buscan unas más “silenciosas”, pero con blends interesantes.

2. Agregarle color a la vida cotidiana

Ambiente no se enfoca en mobiliario, sino… ¡en todo lo demás! Es natural entonces que reine el color, que la mayoría de la gente prefiere para los accesorios, y su presencia fue absoluta: solo se ven variaciones de intensidad dependiendo de la marca. Tomamos como ejemplo el icónico diseño de Villeroy Boch ‘La Boule’ (1971) que pasó por varias versiones de tonos neutros o motivos alegóricos, y este año estrenó colores súper llamativos.

El deseo de que la casa sea un refugio cobra cada vez más fuerza. Pero la idea es rodearse estrictamente de los objetos necesarios para nuestra “colección personal”, sin sobreconsumir.

3. Aprovechar lo que brinda la naturaleza

Una y otra vez, vemos que las firmas observan los hábitos de consumo más elementales. Por ejemplo, no hace falta pagar un estudio de mercado para comporbar que la palta es una gran favorita en muchas partes del mundo. Bajo el lema “Plantemos más árboles”, el estudio inglés Ilex creó un contenedores que puede sostener una semilla de palta (o de roble) hasta un año, el momento en que ya están listas para plantar.

4. Estímulo temprano

El diseño no se limita a la estética: también implica lo sano, lo sustentable, la compra inteligente y cuestionadora y ciertas claves de convivencia, valores que más vale adquirir a temprana edad. Les mostramos un par de ejemplos de la firma danesa Oyoy.

Cuando llegamos a su stand, no pudimos evitar recordar las palabras de la diseñadora textil Barbara Bendix Becker, a quien visitamos hace 10 años en Copenhague: “En Dinamarca, cada aula de las escuela pública tiene una lámpara modernista de diseño danés y sillas ‘7′ de Jacobsen. Sin saberlo, uno está expuesto al buen diseño desde muy joven, y lo siente como algo natural.”

5. Desde bajar consumos y hasta crear diseños durables

El optimismo también es actuar frente a las dificultades que se van presentando. Por ejemplo, ante el calentamiento global, elegir los materiales del modo más responsable posible y comprometerse con el reciclado. Dejar de comprar agua embotellada es algo que se ha ido imponiendo, pero, más allá de las famosas botellas personales, la siempre espectacular firma Stelton presentó un filtro de agua lindo de frente y perfil.

Más allá de su aporte a la salud personal y ambiental, digámoslo: es triste hacer una cocina nueva y rematarla con un filtro poco agraciado.

6. Dar soluciones sociales

Cada año, Ambiente tiene la buena costumbre de cederle un espacio a los diseñadores jóvenes, que de otro modo no podrían solventarlo. Ese sector se denomina “Talents”, y siempre es un imán: hay algo de su libertad de no pertenecer a una empresa que asegura un producto “fresco” y también está el hecho de que los diseñadores jóvenes están más en contacto con la calle que los diseñadores senior, que andan en auto y en otro circuito

“En este mundo digital, la electricidad es tan vital como el agua. Entonces, ¿por qué no está disponible en todos los espacios públicos?”, se preguntó el diseñador Nick Geipel. De ahí surgió la idea de su “Power Plant”, en acrílico, que se alimenta con luz solar. Lista para colgar en cualquier poste urbano, puede sacarnos de un apuro si nuestro celular se queda sin batería y, también, darle respuesta a quien no puede gastar en un café mientras lo hace.

En medio de la presentación hubo una pequeña polémica con una periodista noruega que descartó la viabilidad del proyecto en su país porque la pantalla no soportaría el peso de la nieve. A lo que Geipel respondió con el espíritu de la época: “Yo planteo un problema y la idea es ir detectando soluciones. Esto no es un producto 100% terminado. Es una búsqueda”.

Frente a una realidad difícil, el diseñador no se mantiene ajeno: es un observador que busca mejorarla.

7. El reciclado y el reuso

Hasta hace un tiempo, lo reciclado no se asociaba directamente con lo bello. Pues bien, no es el caso. Encontramos un ejemplo tan sencillo como lindo en el stand de Lind Dna, que trabaja el cuero reciclado para crear objetos de uso diario en una amplia y muy atractiva paleta de colores.

Toman los recortes del material, lo trituran, lo aglomeran, lo tiñen y cortan. Una gran idea para recuperar los excendentes de la industria del cuero.

El proceso, en video

Linddna – Brand Video 1280

8. Resolver la cotidianidad ¡y con salud!

La idea surgió, como tantas, de la incomodidad. Cuando uno de los diseñadores de Notabag hizo una compra y le resultó complicado llevarla en la bici porque el peso la desequilibraba, se le ocurrió que su “tote” podía ser también mochila. Por supuesto, las hizo con motivos y colores alegres.

Volvamos al análisis del consumidor, del que hablábamos antes. Otra deliciosa empresa danesa, Rigtig, descubrió que uno de los productos más consumidos en los supermercados de su país es … el aliño para ensadala. “¿Cómo hacemos para que la gente lo haga en casa (y pueda conservar lo que sobra), coma más sano y, de paso, no use tantos envases inútilmente?”, se preguntaron ante la evidencia.

Una fuente inagotable de contactos

Quienes llegan a Frankfurt cada año saben que, además de una feria, Ambiente es una plataforma para nutrirse de novedades, contactos e ideas de negocio. Lo que parece lejano, formal o directamente imposible via mail, se hace increíblemente fácil: todo está preparado para que la gente se encuentre, y la recepción de las marcas a los interesados es impecable.

 

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