El escenario del icónico evento de innovación y tendencias SXSW 2024 -que se celebra todos los años en Austin, Texas-, contó con una nueva participación de la futurista y estratega Amy Webb -CEO y fundadora del Future Today Institute- con su ya clásico informe de tecnológicas.

Una de las revelaciones de su presentación giró en torno de un nuevo “superciclo tecnológico” que se inaugura con la llegada de una ola de tecnologías que según la experta traerá cambios “significativos y permanentes” en la economía, que pueden durar años o incluso décadas. A diferencia de otros grandes superciclos tecnológicos como los generados por la electricidad y la máquina de vapor -subrayó Webb- esta era está marcada por el hecho de que en lugar de que una sola tecnología impulse el cambio, es una convergencia de tres: inteligencia artificial (IA), un ecosistema conectado de cosas y biotecnología.

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Estas tres tecnologías comenzaron a converger hace unos dos años e impulsaron una era de grandes avances basados en IA que “crean nuevos valores para los consumidores y fomentan una suerte de utilidad más práctica”, como por ejemplo dispositivos biotecnológicos destinados a hospitales o deportes profesionales, así como wearables, (relojes, pulseras y anillos) cada vez más inteligentes.

Webb señaló que las tres tecnologías de este superciclo se conectan con todas las demás tecnologías que existen en cada faceta de nuestra vida diaria, lo que significa, en términos de innovación, que la ola que se avecina “es de una intensidad y potencia sin precedentes”, al punto de “literalmente remodelar la existencia humana”.

Entre sus predicciones adelantó que los modelos de IA se volverán aún “más inteligentes” ¿Por qué? Básicamente porque descubrirán lo que las personas quieren decir sin que sus indicaciones sean demasiado específicas. Esto ya se está viendo en los modelos de generación de video Pika y Sora de OpenAI pero se volverá mucho más democrático, cotidiano y extendido.

También rescató que a medida que estos modelos evolucionen, existirán cada vez más maneras de manipularlos de formas novedosas, como por ejemplo la creación de eventos históricos completamente falsos, que puedan generar no solo desinformación, también potencialmente conflictos reales entre países o inestabilidad geopolítica. Asimismo se refirió a los dilemas éticos: “¿Quién es responsable del mal uso de los modelos de IA? ¿Son las plataformas si sus usuarios generan contenido o aplicaciones dañinas?”, reflexionó.

Modelos de acción

En el terreno de conectables vaticinó que a medida que los modelos de IA necesiten más datos para entrenar, habrá una afluencia de nuevos dispositivos con sensores para recopilar aún más datos de los usuarios, tanto provenientes de dichos sensores como de datos visuales, lo que conducirá a lo que ella refiere como “Grandes Modelos de Acción” (LAM, por sus siglas en inglés), con cada vez mayores niveles de inteligencia.

Santiago Olivera, presidente de la Academia Argentina de Publicidad y asistente de la conferencia de Webb, señala que justamente los nuevos modelos de acción fueron un punto central de la charla: “La IA actual está basada en modelos que básicamente se nutren de fuentes de texto mientras que algo muy destacable que ella planteó es que en un futuro mediato y con la llegada de los nuevos dispositivos conectables -el ejemplo más claro es el Apple Vision Pro- la IA no va a tener como fuente de datos solamente el lenguaje sino también emociones y comportamientos que nutrirán estos nuevos modelos. En esta nueva etapa la IA va a poder hacer predicciones y tomar decisiones basadas no solamente en lo que la gente dice sino en lo que la gente siente y hace”, destaca.

Aunque en los que refiere a dispositivos conectables aún estemos en una etapa primigenia, lo que plantea Webb es que cuando la biotecnología se fusione toda la potencialidad de estos dispositivos, “la IA va a alcanzar niveles mucho más inimaginables de lo que hoy vemos”, destaca Olivera.

“En esta combinación entre la IA, las cámaras y los sensores empiezan a aparecer nuevos productos que se anclan más en la acción que en la palabra. Apple Vision Pro es solo la punta del iceberg”, coincide Gaba Najmanovich, analista de tendencias y también parte de la audiencia de SXSW.

La otra cara

La especialista destaca que la otra cara de la moneda de esta nueva transición es que las empresas van a saber mucho más sobre cómo reaccionan las personas a sus productos y sus servicios, lo que trae aparejado una complejidad ética: ¿qué es privado? ¿qué no lo es? ¿cómo se protege toda esa información? y ejemplifica: “El poder de las pupilas para dar información es notable porque reaccionan frente a los estímulos antes que las personas lo hagan conscientemente. El hecho de estar siendo monitoreadas constantemente por sensores empieza a dar información inconsciente, ¿cómo se gestiona todo esto para el bien? También vienen tiempos desafiantes a nivel legal”, subraya.

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Webb se refirió asimismo a que a medida que se masifique el uso de dispositivos de realidad aumentada y realidad virtual puede surgir un nuevo tipo de malware revolucionario, por ejemplo, frente a gestos o movimientos corporales de los usuarios impulsados a propósito, desencadene la descarga de ciertos virus.

La pronosticadora de tendencias también habló sobre la biología generativa, como caso paralelo a la inteligencia generativa, como por ejemplo el caso de las firmas Together.ai y Arc Institute que acaban de lanzar Evo, modelo que utiliza el lenguaje de la biología (ADN, ARN y proteínas) para predecir moléculas y genomas con enormes y contundentes consecuencias para la industria médica y farmacéutica.

Najmanovich agrega asimismo que tanto de la charla como de distintos espacios e intercambios de SXSW 2024 se destacó cómo la intersección de la neurociencia y los conocimientos del cerebro están en la agenda de lo que viene. Los sensores y las cámaras de los conectables comenzarán a habilitar análisis predictivos sobre el comportamiento humano.

Por delante, vendría una época donde fuera posible estimular el bienestar cerebral y la productividad sin necesidad de consultar especialistas o médicos. “Vamos a estar viendo nuevas herramientas que van a abrir una nueva ventana de oportunidad para productos y dispositivos que nos ayuden a promover la actividad cerebral en la forma que cada uno quiera: concentrarse más, relacionarse más con los otros, ser más productivo. Y todo ello será una realidad por un lado por los avances en la investigación en la materia y por otro por el mejoramiento operativo de los dispositivos”, concluye la especialista.

 

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