La vida de San Lorenzo es una historia de esfuerzos. Es un clásico demostrar que todo le cuesta un montón. Pero como está acostumbrado a tanta lucha, cuando se le da la buena disfruta y festeja a lo grande, como ayer. Y razón no le faltó. Sin tirar manteca al techo, con un funcionamiento colectivo aceptable y un Cristian Ferreira inspirado y en modo goleador, le ganó a Sarmiento por 1 a 0 en el Nuevo Gasómetro y mantiene vivas las ilusiones de meterse entre los cuatro primeros de la Zona B.

Quedó a seis puntos de Newell’s, el último que por ahora está ingresando a los playoffs, y el martes enfrentará a Godoy Cruz por el partido postergado de la novena fecha. Los hinchas despidieron al equipo enchufados en una procesión infinita de ilusiones después de dos empates consecutivos y tres partidos sin triunfos.

El gol de Ferreira para el triunfo de San Lorenzo

Como era de esperarse, Insua tomó nota del envión que traía Sarmiento tras la asunción de Israel Damonte y el gran triunfo ante Estudiantes, la fecha pasada. Inteligentemente no lo dejó acomodarse en el campo de juego y rápidamente tomó el control de las acciones como nunca antes lo había hecho en este torneo. El golazo de Ferreira de tiro libre, a los seis minutos, descomprimió la presión previa y lo llevó a jugar con mucha soltura y a generar muchas situaciones de gol. Sarmiento fue una sombra de lo que fue ante Racing y Estudiantes, en los dos últimos partidos.

“El Gallego me dijo en la semana que practique que algún gol de tiro libre iba a tener. Por suerte se me dio y sirvió para ganar un partido duro”, graficó Ferreira, que con su gol cortó una racha de ocho años que llevaba San Lorenzo sin marcar de tiro libre en el Gasómetro. El último lo había marcado Martín Cauteruccio ante Unión.

El ultimo gol de Tiro Libre de San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro con público

⚽️🇺🇾 Martin Cauteruccio en 2016 ante Union pic.twitter.com/yHsre0EIXF

— Sangre Azulgrana (@Sangre_Azulgran) March 16, 2024

Durante 40 de los 45 minutos iniciales, San Lorenzo fue mucho más que Sarmiento. En ese lapso tuvo siete situaciones muy claras de gol. Con Barrios como conductor y Ferreira muy movedizo, siempre se encontró a gusto y llevó el partido al terreno que más conoce, ése que es habitual en los equipos de Insua. Si no hubiese sido por algunas buenas intervenciones del arquero Fernando Monetti y la mala puntería de Adam Bareiro, mereció irse al descanso con algo más que ese golazo de Ferreira. Con una línea de cinco defensores, el conjunto dirigido por Damonte solo apostó a evitar ser goleado tempranamente y a alguna corrida aislada de Manuel Monaco y algún disparo desde media distancia.

Como en la primera parte, San Lorenzo salió decidido a sentenciar el resultado. Sin embargo, los cambios que realizó Damonte adelantaron a Sarmiento en el campo de juego y lo obligaron a tomar algunos recaudos defensivos. Con el correr de los minutos, el partido fue ganando en intensidad y dramatismo. Sarmiento fue tomando confianza, sumó gente en ofensiva y comenzó a llegar con peligro. Primero, lo tuvo Licha Lopez y después fue el ingresado Agustín Molina quienes obligaron a Facundo Altamirano a dos muy buenas atajadas. La respuesta del local no se hizo esperar: primero fue Barrios, con un disparo desde afuera del área, y después Bareiro con cabezazo.

Los últimos minutos se jugaron con un clima externo que se convirtió en un motor de emociones y desesperación. San Lorenzo se defendió a capa y espada, Sarmiento buscó la heroica con más amor propio que juego. Sin embargo, nada se modificó y el pitido final del árbitro Yael Falcón Pérez se unió con misma cinta a la alegría de la gente cuerva, que no dudó en descargar una lluvia de aplausos.

El festejo eufórico de los jugadores y el cuerpo técnico del Ciclón al final no sirvió solamente para dimensionar el valor de haber ganado a un rival durísimo, jugando muy buen fútbol. También significó un paso fundamental para seguir con chances de meterse entre los cuatro primeros de la zona B y acallar algunas críticas al técnico Rubén Darío Insua, que aún no logra definir la identidad futbolística de un plantel que en las próximas semanas afrontará desafíos mayores en la Copa Libertadores. “Necesitábamos ganar así. Lo veníamos buscando desde hace rato y no se nos daba. Ojalá sea el despegue”, agregó Ferreira, la figura del partido. Y razón no le faltó. Porque el Pedro Bidegain, en la lluviosa tarde del sábado, por su gol rugió fuerte e ilusionado por otro esforzado triunfo. Como su historia reciente manda.

 

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