Hay para todos los gustos. Por un lado, están las cocinas cerradas que mantienen su dinámica sin alterar el resto de los ambientes. Por el otro, las integradas más actuales, pero que requieren orden, organización y una ambientación acorde al resto de la casa. En la ancha avenida del medio, están las semi integradas, con sectores divididos de manera sutil y eficaz. A continuación, ejemplos e información de primera mano.

A FAVOR DE LA INTEGRACIÓN

La arquitecta Cielo Pipkin es responsable de esta obra que comenzó con la idea de refaccionar una cocina desactualizada y derivó en la renovación total del interiorismo del living comedor. Estos son sus convincentes argumentos a favor de las cocinas integradas.

Para construir o remodelar una cocina hay que hacer una inversión importante, meditada y a largo plazo. ¿Qué sentido tendría cerrarla? Sin dudas, preferiría verla, usarla y disfrutarla durante todo el tiempo posible.Esta tipología se adapta a las nuevas formas de vivir. La cocina se consagró como el lugar en el que más tiempo pasa una familia. Se usa para comer, pero también es el espacio de encuentro, trabajo y estudio.Los ambientes integrados dan sensación de amplitud, ofrecen mejores perspectivas y el paso por distintos sectores genera recorridos dinámicos.Para lograr una conexión armónica, los materiales, las texturas y el diseño de los artefactos debe ser coherente con el estilo del resto de la casa.Como recurso para salir de la imagen de la cocina tradicional, evito las alacenas sobre las mesadas porque dan la sensación de que se vienen encima. También destino el espacio de guardado al bajo mesada o en muebles de piso a techo que dan sensación de altura.Una de las prioridades es definir el modelo de la heladera, porque de las medidas que tuviera, dependen otras decisiones relacionadas con el diseño de los muebles.Entre las opciones para dividir la cocina de otros sectores se destacan los cerramientos corredizos con distintas materialidades como vidrio, hierro o chapa, que tienen buena aislación acústica. Hay alternativas más permeables como la chapa perforada, cortinas de tela o puertas de madera.Para proyectar, organizar y dimensionar una cocina, considero varios aspectos: que se vea despojada y que, a la vez, cuente con suficiente espacio de guardado y resulte práctica para para el uso diario. Pienso en cómo será la secuencia de cocinar, lavar, separar residuos. Hago de cuenta que voy a vivir ahí.

La cocina ya no se considera un espacio exclusivamente de servicio. Prefiero pensarla como un sector sin rótulos, que tiene elementos de taller, de estar, de comedor y que une la estética de la vivienda.

Arq. Cielo Pipkin

La intervención en la cocina incluyó cambio de piso, nuevo equipamiento y revestimientos y el movimiento en los programas.

“El antiguo divisor era estrecho, tenía 40cm de profundidad y una subida de mampostería que molestaba. Se demolió ese muro para modificar el límite entre ambientes. El mueble actual tiene 60 cm. de profundidad, lo que permite tener cajones más profundos y mayor superficie de trabajo”, explica Pipkin.

Más ejemplos de apertura

Bienvenida la luz

Los dueños de casa lo tenían en claro: querían conectar la cocina y living con puertas corredizas de vidrio repartido.

Al ingresar al departamento, lo primero que aparecía era un hall oscuro, con un placard grande. Recién después se veía la luz natural, que llegaba desde los otros ambientes. Para ‘desencajonar’ el recibidor y renovar la cocina, principales objetivos de la familia dueña de casa, la arquitecta Gisela Literas, de Estudio Literas, planteó un cambio de límites y materiales que revitalizó todo el sector.

Los ejes de la obra fueron, primero, abrir (por eso demolimos y cambiamos la circulación) y después, cerrar, pero con nuevas soluciones acordes al objetivo de integrar la cocina e iluminar el hall.

Arq. Gisela Literas, Estudio Literas, a cargo de la reforma

Nuevos límites

La cocina, y su conexión con el living comedor, necesitaban una renovación. La decisión más importante del proyecto fue demoler el muro divisor para desestructurar el límite.

“Pudimos integrar los ambientes, aún manteniéndolos separados”, explica cuenta la arquitecta Lucila Savage, de Estudio Lesel, responsable del proyecto.

Negro y madera

“En el primer render, la casa era toda blanca, pero un día se nos ocurrió que la cocina fuera negra, y eso se contagió al resto”, cuenta Carola Mauer, arquitecta y dueña de casa, sobre este ambiente sin interrupciones que se conecta con la parrilla.

La cocina, el comedor y el bar mantienen la misma paleta de color madera y negro. En el bar, la alacena con frente de esterilla americana se pintó de negro, igual que los muebles bajomesada de paraíso negro lustrado. Para el mueble de cocina se eligió una melamina ‘Perfect Sense’ (Holzart) con mesada y alzada de Dekton ‘Kelya’ (Canteras del Mundo).

Altura original

“No puse alacenas para resaltar la altura de cuatro metros y medio. Por contraste, el prisma horizontal y alargado de los muebles de cocina hace que el techo se perciba aún más lejos”, cuenta la Arq. María Carballo que cumplió el sueño de tener su primera casa al reformar un antiguo conventillo de La Boca.

A FAVOR DE LA COCINA CERRADA

Cuando le tocó hacer el proyecto de remodelación de su propia casa, una construcción señorial en un barrio del sur bonaerense que necesitaba actualizarse, la Arq. Cecilia Fidanza se mantuvo firme en sus convicciones: agrandó la cocina, pero la dejó separada del comedor que la familia usa todas las noches.

Experta en su oficio, Cecilia reutilizó y reubicó los muebles de la cocina original, que quedaron impecables con nuevas puertas en un actualísimo color.

“A menos que un cliente me lo pida, soy partidaria de la cocina separada y es mi veredicto final”, sentencia la Arq. Cecilia Fidanza que explica sus razones.

La cocina tiene una dinámica muy propia: el despliegue de ollas, los olores, el trajinar diario. No creo que sea necesario que todo esto suceda cerca de los sillones tapizados del living. Prefiero que se mantenga en un espacio separado el resto.Con la cocina integrada se crea un único ambiente en el que todo sucede al mismo tiempo. La desventaja es que se pierde privacidad. Si no querés participar de una reunión o necesitás hablar con alguien, tenés que ir al dormitorio.Creo que el modelo abierto funciona perfecto para parejas o gente que vive sola, no sé si están práctico para una vida 100% familiar.Una alternativa que me parece mucho más interesante es la de unir la cocina con la galería. Creo que es mejor porque se genera una conexión más cómoda y funcional entre el interior y la parrilla.En el caso de tener una cocina integrada, la condición fundamental es contar con un extractor potente.

Más cocinas cerradas

Del campo a La Provence

Durante años, Josi Silveyra, más conocida como @maryjoegardener por sus seguidores en Instagram tuvo la cocina integrada al comedor. “Veníamos de vivir unos años en Estados Unidos, y al principio me pareció canchero; después, me empezaron a molestar el olor, el ruido y la falta de privacidad. Sentía que nunca podía tener lindo el comedor”, recuerda.

Entre otros aciertos, la arquitecta Delfina Roldán propuso reunir “lo mojado” en un solo sector. “Lavo, seco, guardo en un mismo lugar. ¡Y ahora tengo una mega bacha! Me resulta mucho mejor que las dos anteriores”, cuenta Josi.

Coherencia

Constanza Ruiz, creadora de la marca de carteras y ropa de cuero Viguá, combinó en su cocina pisos de granito, mesas de mármol y sillones Mar del Plata. Aunque este sector está separado del living comedor, mantuvo las paredes de piedra.

Para las paredes se usó piedra ‘Cascarón Balcarce’. Seleccionaron las de tonos amarillo y marrón para lograr una paleta homogénea.

Juntos pero no revueltos

“Hoy los espacios tienden a ser flexibles”, afirma la arquitecta Alejandra Lista. Por su amplia experiencia en la remodelación de cocinas, Lista se inclina por un modelo intermedio en el que los ambientes que pueden unirse o separarse con distintos tipos de cerramientos. Puertas corredizas o embutidas, barras, islas o divisores son algunas de las alternativas con las que se puede sectorizar. A continuación, su visión sobre las dos tipos de cocinas.

En las cerradas, ve como un punto a favor que el espacio de servicio es independiente del resto de la casa. El desorden, los ruidos y los olores quedan ahí. Además, en una planta de pocos metros, funcionan como un ambiente más.La desventaja es que se convierte en un lugar estanco, sin interacción con otros espacios.Se pierde la posibilidad de tener buenas visuales hacia otros ambientes, como un balcón o un jardín.Si son muy chicas, a veces no alcanza el lugar para comer ahí y hay que trasladar todo (comida, utensilios, manteles) constantemente hacia el comedor.Acerca de las integradas, dice que se puede lograr una lectura coherente y espacios más amplios al unificar pisos, colores y el estilo la iluminación y los muebles.Las modificaciones para lograr la conexión no son complejas. En muchos casos, alcanza con eliminar la pared divisoria e instalar un cerramiento que puede ser de vidrio.Los muebles panelables mantienen fuera de la vista los artefactos grandes y dan mayor orden visual.

En este proyecto fue clave enfatizar las visuales al jardín y entender la cocina como un espacio de estar permanente

Arq. Alejandra Lista, a cargo de la reforma

Eliminaron la barra para dar lugar a una nueva disposición más moderna, con isla y mesa en una misma línea.

En esta casa que Lista reformó por completo en San Fernando, la cocina es totalmente abierta y se une al resto del estar con tonos neutros y detalles en madera.

A tono con el espacio abierto que se comparte día a día, la cocina se organizó de manera práctica: sin alacenas y con estantes. Para iluminar el área de trabajo en la mesada, debajo de los estantes colocaron leds.

Semi integración

Milagros del Carril, había pensado en separar la cocina del living con una barra, pero finalmente se decidió por este cerramiento de madera y vidrio.

Íbamos a dividir la cocina del comedor con una barra en L, pero detectamos que quitaría lugar. Ahí surgió la idea de este cerramiento sutil que contiene las dos mesadas.

Arq. Carolina Riva, responsable de la reforma.

 

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