Desde la publicación de El Origen del hombre de Charles Darwin, la idea de que en la mayoría de las especies de mamíferos los machos son más grandes que las hembras ha sido una concepción ampliamente aceptada. 

Esta creencia, sustentada por análisis que utilizan medidas generales de dimorfismo (las variaciones en la fisonomía externa, como forma, coloración o tamaño, entre machos y hembras de una misma especie) y muestras sesgadas taxonómicamente, todavía domina el discurso científico actual.

Sin embargo, una nueva investigación, que usa bases de datos recientes y fuentes primarias que informan medias y varianzas segregadas por sexo en la masa corporal de adultos, ofrece una perspectiva diferente.

Cuestionando el tamaño masculino

A través de un análisis estadísticamente robusto de poblaciones silvestres, representando a más de 400 especies, los investigadores descubrieron que, aunque los machos tienden a ser más grandes que las hembras cuando hay dimorfismo, no son mayores en la mayoría de las especies de mamíferos. Este hallazgo sugiere la necesidad de revisar otras suposiciones en la investigación de la selección sexual.

La investigación, publicada en Nature Communications, reveló que solo el 45% presenta machos más grandes que las hembras. Casi un número igual de especies, el 39%, tiene sexos de tamaño similar, y en el 16% de las especies, las hembras son más grandes que los machos. 

La investigación surgió casi por accidente, cuando los investigadores comenzaron a debatir sobre los factores que moldean la agresividad de machos y hembras en especies cuyos sexos son del mismo tamaño, durante un seminario en línea. La falta de datos confiables sobre cuántas especies realmente tienen machos y hembras del mismo tamaño condujo a los investigadores a realizar este proyecto que duró casi tres años.

Desafiando la norma

La mayoría de los estudios previos solo consideraron la masa corporal promedio para cada sexo, basando sus conclusiones en un umbral arbitrario para determinar diferencias. Pero en este nuevo estudio se esforzaron por llenar los vacíos mediante una revisión exhaustiva de la literatura, incluyendo trabajos poco conocidos publicados hace décadas.

Además, corrigieron el sesgo hacia especies carismáticas, como carnívoros, primates y ungulados, muestreando el 5% de las especies de cada uno de los 16 órdenes de mamíferos que contenían al menos 10 especies cada uno, abarcando desde murciélagos hasta roedores.

Los resultados del estudio sugieren casi tantas especies de mamíferos con machos y hembras de tamaño similar como especies con machos más grandes. Esta observación plantea preguntas sobre por qué ocurre esto. En la década de 1970, Katherine Ralls propuso la hipótesis de la «gran madre», sugiriendo que las hembras más grandes podrían ser más capaces de producir descendencia exitosa, una idea que aún requiere exploración.

Investigación futura 

Los nuevos hallazgos influirán en la dirección de la investigación futura y las preguntas que deberían perseguirse. Con esto, mientras en el pasado la percepción sobre las hembras se basaba en la pasividad, la coquetería y el apareamiento con un solo macho, este tipo de investigaciones revela que, al menos en mamíferos, también ellas pueden ser imponentes e influyentes.

Así, este estudio no solo desafía una creencia arraigada desde la época de Darwin sino que también abre el camino para nuevas líneas de investigación que podrían transformar nuestra comprensión de la selección sexual y el dimorfismo sexual en mamíferos, evidenciando cómo los prejuicios y la falta de datos han moldeado nuestras concepciones científicas.

 

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