Sin Andreas Christensen, el Barça ha ganado los dos últimos partidos. Asaltó el inexpugnable Metropolitano y derrotó por la mínima a la UD Las Palmas en Montjuïc. A pesar de ello, el danés se ha convertido en un jugador muy importante para Xavi en los últimos meses. Lo probó como medio centro y funcionó. Solo ha abandonado el danés esa posición por las molestias en el tendón de Aquiles que no le han permitido jugar los dos últimos encuentros.
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Lleva arrastrando estas molestias Christensen durante casi toda la temporada. Fueron importantes en el calentamiento del partido ante el Atlético de Madrid y no remitieron lo suficiente durante el parón de selecciones para que el danés entrase en la convocatoria para jugar contra la UD Las Palmas.
El Barça no volverá a jugar hasta el 10 de abril ante el PSG la ida de cuartos de final de la Champions. Hasta ese momento, los servicios médicos mimarán a Christensen para que esté totalmente recuperado, pues su concurso es muy importante para Xavi. Con el danés, el equipo ha encontrado el equilibrio que faltaba. Jugando Christensen por delante de los centrales, el equipo defiende mucho mejor, especialmente las transiciones de los rivales. Además, el danés se había atrevido en los últimos encuentros a aparecer más en zonas de ataque y a filtrar más pases. Con él como medio centro, Gündogan también puede actuar más adelantado, una posición en la que el internacional alemán es más peligroso.
En el Barça, son optimistas al respecto y están convencidos de que Christensen estará al cien por cien para enfrentarse al PSG en la ida de los cuartos de final, un partido para el que Xavi también espera recuperar a Frenkie de Jong. Otro de los centrocampistas lesionados, Pedri, trabaja para llegar, aunque lo más probable es que no pueda estar hasta el partido de vuelta. Teniendo en cuenta sus antecedentes, no se arriesgará lo más mínimo con él.
