3 de diciembre de 2024. FC Barcelona-Atlético de Madrid en Montjuïc. El cuadro de Xavi se impone a los colchoneros, pero el encuentro acaba con lío por una serie de acciones polémicas no señaladas por Sánchez Martínez. Entre ellas un pisotón en el área sobre Joao Félix bastante claro (el luso sufrió una persecución aquel día).
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La cosa ya venía caliente del encuentro ante el Rayo, en el que Laporta calificó en primer lugar el penalti sobre Raphinha «como una catedral» y añadió posteriormente que no se hubiera puesto el acento en este arbitraje «cuando se debía haber hablado del penalti de Raphinha o el que le hicieron a Lewandowski. Si le hubiera pasado esto al Madrid, seguro que se habla toda la semana».
SORPRESA EN EL STAFF
Además, en esta ocasión hubo un comportamiento en las puertas del vestuario que nadie entendió. En el staff del Barça ya sorprendió que el línier 1, Raúl Cabañero, se quedara en la puerta de la caseta barcelonista en el descanso. Algo inusual en los arbitros, que normalmente se dirigen a su propio vestuario directamente. Cabañero hizo lo mismo al final del encuentro. El asistente se percató que había malestar en el equipo local, pese a la victoria, y en vez de ir hacia su dependencia, se quedó por si podía escuchar algún comentario.
Uno de los miembros del staff de Xavi, su jefe de prensa Edu Polo, le aconsejó de forma educada que era mejor evitar las tensiones que podía provocar su presencia en esta posición antes de que llegaran los jugadores, que estaban celebrando la victoria aún en el césped.
Después de todo ese embrollo, curiosamente Sánchez Martínez repitió con el Atlético-Barça de la segunda vuelta. Y lo que sucedió ayer en el Metropolitano fue, cuanto menos, extraño. Xavi protestó (quizás demasiado ostensiblemente, sí) una falta clara sobre Lewy que, según él, merecía algo más. El árbitro murciano no dudó: amarilla directa.
ENSAÑAMIENTO EXCESIVO
Y nos quedamos atónitos cuando, dos minutos después, el árbitro corría al ‘sprint’ hacia la banda y expulsaba con segunda amarilla al técnico de Terrassa. «¿Qué te he dicho?», repetía sin parar Xavi al cuarto árbitro. Y, ciertamente, en las imágenes posteriores de las televisiones tan solo se veía a Xavi gesticular. «Yo soy muy pasional en el banquillo, ya lo sabéis. Para mí es injusto», decía el egarense tras el encuentro.
Xavi volvía de cumplir sanción en Liga. Y se perderá, probablemente, dos partidos más (Las Palmas y Cádiz). Hay cierta preocupación en el club con ese ensañamiento excesivo. Y la sensación de que lo de Sánchez Martínez venía de lejos, que llovía sobre mojado. Veremos si vuelven a cruzarse este curso…
