WASHINGTON.- El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, distinguió este martes la labor del Instituto de Diálogo Interreligioso (IDI), una entidad que el papa Francisco impulsó en 2002, cuando era arzobispo de Buenos Aires junto a tres amigos, su exvocero, el sacerdote Guillermo Marcó, el rabino Daniel Goldman y el dirigente musulmán Omar Abboud, quienes fueron designados por Almagro como Embajadores de Buena Voluntad por el Diálogo y la Paz de la organización.

Almagro recibió a las tres figuras homenajeadas en el Salón de las Américas de la OEA para la ceremonia de designación, que incluyó un conversatorio conducido por Gustavo Cinosi, integrante del IDI y asesor especial senior de Almagro, en el que se debatió sobre el diálogo en una era de grieta, polarización política, conflicto y desinformación, y la transmisión de fragmentos del mensaje que Francisco brindó en el Vaticano, el año anterior, para un congreso organizado por el Instituto.

“Este salón ha sido escenario de importantes diálogos políticos entre los representantes de los países de las Américas, en muchos casos precisamente para afianzar la paz y la estabilidad regional. No en vano si ustedes miran hacia el techo podrán observar en cada una de las esquinas la palabra ‘pax’”, dijo Almagro, al dar la bienvenida. “A ella nos debemos”, redondeó.

Fue un gran honor designar al Rabino Daniel Ernesto Goldman, al Presbítero Guillermo Martín Marco y al señor Omar Ahmed Abboud, Dirigente islámico, como Embajadores de Buena Voluntad para el Diálogo y la Paz. En adelante, representarán a la Secretaria General de la OEA para… pic.twitter.com/Kc7RWPDE0Z

— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) March 19, 2024

Tras la designación, Almagro indicó que los tres líderes representarán a la Secretaría General de la OEA en la tarea de “contribuir a los esfuerzos desplegados para sensibilizar al público acerca de la importancia del entendimiento entre los seres humanos sobre la diversidad en materia religiosa”.

“Debo reconocer en ustedes personalidad política, capacidades sociales y una absoluta buena fe en sus gestiones, en sus acciones y en su pensamiento. Pero, además, una valentía, muy particular, porque prácticamente el dialogo religioso, hoy, estos días, está de moda, y prácticamente forma parte permanente de los esquemas en los que se trabaja en el ámbito multilateral, en el ámbito de las instituciones. No obstante, cuando ustedes empezaron a cruzar esas fronteras lo hicieron únicos, lo hicieron primeros, con costos personales altísimos para todos ustedes. Demostraron coraje para sostener el compromiso del diálogo”, afirmó Almagro. “El honor es nuestro. Gracias por aceptarlo”, cerró.

Mensaje de Francisco

Tras el discurso de bienvenida y el reconocimiento de Almagro, las pantallas gigantes instaladas en el imponente Salón de las Américas, reservado para las reuniones y las ceremonias más importantes, visitas presidenciales oficiales, recepciones y conciertos, reprodujeron el mensaje que Francisco brindó en el Vaticano durante el congreso organizado el año anterior por el Instituto, en el cual el Santo Padre destacó que el diálogo “está fundado en la propia identidad, y en la confianza que nace cuando soy capaz de reconocer al otro como don de Dios y acepto que tiene algo que decir”.

Cinosi condujo luego la conversación entre Marcó, Goldman y Abboud, copresidentes del Instituto, líderes y amigos, un recorrido por su vínculo, su propia experiencia y su labor a favor de la convivencia, y el desafío hercúleo del Instituto de promover el diálogo en una época de grieta, polarización, vorágine y hostilidad en las redes sociales y conflictos globales. Durante la charla, su trabajo y su amistad quedaron enhebrados como un testimonio de su misión.

“En hebreo antiguo, la palabra “malaj” significa “ángel” y “embajador” a la vez. Posiblemente la tarea del embajador sea una tarea angelical, ¿y cuál es la tarea angelical? Acercar ciertos conceptos y valores al mundo en el que vivimos. No es una tarea fácil, pero es la tarea que tal vez se nos impone”, indicó Goldman durante la charla. “Todo dialogo es religioso porque el dialogo religa, establece una ligazón, establece un vínculo con el otro. Pero no tiene que quedar signado, o por lo menos lo que nosotros consideramos, es que no tiene que quedar consignado al ámbito de la institución religiosa”, agregó después.

Marcó, quien fue vocero de Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires, habló de las dificultades del diálogo incluso con uno mismo, o con las personas con las que uno convive porque “somos seres en cambio”. Y afirmó: “Sin posibilidad de estar frente a otro, y que yo no me voy a dejar modificar por ese otro, la verdad es que no va a haber diálogo, va a haber monólogo. Gente que habla sola de sí misma todo el tiempo. Y a nosotros nos ha modificado profundamente nuestros diálogos, nuestros años de dialogo”.

Al hablar sobre el diálogo y la convivencia en la política, Marcó dijo que “la política es muy cara para el pueblo, porque sale muy caro pagar el sistema político, y lo pagamos para que dialoguen, no para si tienen ganas de dialogar”. El Congreso, afirmó, es un lugar de diálogo. “Todos tienen que dialogar porque en el fondo estamos nosotros, el pueblo argentino, o los pueblos americanos, o del mundo, rehenes de las peleas de los dirigentes”, definió.

Abboud destacó como ejemplo a la orquesta formada por el argentino Daniel Barenboim, que reunió a árabes y judíos a través de la música. “Cuando el solista israelí estaba haciendo el solo de violín, el resto de la orquesta estaba deseando que le salga bien, de la misma manera con la flauta traversa, que tocaba un egipcio”, indicó. Abboud abogó por trasladar ese ejemplo a la educación y a la política.

“Queremos seguir construyendo junto con ustedes”, afirmó Almagro. “Es transmitir con el ejemplo, y por eso valoro profundamente lo que estamos haciendo juntos”, cerró.

 

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