EL CALAFATE.- El Ministerio Público Fiscal solicitó la pena de prisión perpetua, en calidad de coautores, para los tres jóvenes imputados del homicidio de Fabián Gutiérrez, exsecretario de los Kirchner. La fiscalía consideró que hubo un plan para matarlo, marcó los roles de cada uno de los tres implicados y aseguró que se trató de “un crimen brutal y cruento, pergeñado con inusitada crueldad y desprecio por la vida”. Sostuvo que fue un asesinato cometido “con ensañamiento y alevosía”.

Así lo consideró la fiscal Verónica Zuvic, que ayer, a lo largo de más de una hora, presentó la acusación contra Facundo Zaeta, Facundo Gómez y Pedro Monzón. Lo hizo en la quinta jornada del juicio oral y público que se desarrolló en esta ciudad, escenario del crimen ocurrido la noche del 2 de julio del 2020 en el domicilio de Gutiérrez.

“En este debate lo que se demostró es la existencia de un crimen brutal y cruento pergeñado con inusitada crueldad y desprecio por la vida. Los tres actuaron con ensañamiento contra la víctima y le propinaron una paliza que lo dejaron agónico”, detalló la fiscal durante el alegato.

De acuerdo con la investigación judicial, la noche del 2 de julio de 2020 Gutiérrez concretó una cita secreta con Facundo Zaeta. Zaeta lo redujo, lo golpeó y lo maniató. Llamó a Facundo Gómez, quien llegó junto a Pedro Monzón. Ellos dos habían estado atentos en la costanera local para acudir. A partir de ahí, cambian los relatos de los jóvenes que se acusan entre ellos haber sido los ideólogos del asesinato de Gutiérrez. En lo único que coincidieron en las indagatorias fue en que los tres estuvieron esa noche en la casa y así quedó demostrado en las huellas recogidas en las horas posteriores al crimen.

La pena solicitada por Zuvic coincidió con el pedido de la querella de Teresa García y Valeria Martinovich, madre y hermana de Gutiérrez, quienes asistieron a todas las jornadas del juicio. Antes de concluir la acusación, la fiscal Zuvic les habló a los tres imputados y les dijo: “Ustedes tienen otra oportunidad. Ojalá se aferren a ella. El día que salgan van a tener la misma edad que Fabián tendría hoy”. La fiscal aludió así a la pena de 35 años previstos para los delitos de prisión perpetua.

El alegato fiscal sostuvo que los tres jóvenes actuaron de forma conjunta y coordinada, con división de tareas. “Cada uno con su rol, con su función. Y ese resultado, la muerte, es la consecuencia de las conductas. El rol que cada uno ocupó ha sido único y principal, y en todo momento tuvieron el dominio del hecho”, detalló. La fiscal hizo especial mención a las torturas que recibió durante más de tres horas el exsecretario presidencial y se apoyó en el resultado de la pericia del médico forense.

“Las tres personas mataron de forma coordinada y conjunta a Fabián Gutiérrez”, afirmó la fiscal, quien detalló que hay prueba suficiente para demostrar que el plan empezó a tejerse varios meses antes del día fatal. Los jóvenes se comunicaron a través de Telegram, dejando huellas digitales en sus teléfonos (por ejemplo, búsquedas en internet de la víctima que realizaron en los meses previos) y huellas físicas en las dos escenas del crimen.

El pedido de la familia

Los abogados querellantes, Gabriel Giordano y Sandro Levin Dumenes, sostuvieron que a Gutiérrez “le hicieron sentir la muerte”, a pesar de que la víctima “quería vivir”, defendiéndose hasta último momento. Ellos desarrollaron la hipótesis de cómo el hombre logró zafarse de sus victimarios y encerrarse en el baño, lo cual coincide con al reconstrucción cinemática y también con declaraciones de algunos de los imputados. Ambos descartaron que los imputados hayan actuado bajo “emoción violenta o en legítima defensa” y también pidieron la cadena perpetua por coautoría a los tres imputados.

Por su parte, la defensa de Facundo Zaeta, encabezada por Sabrina Mansilla y Carlos Telleldín, aseguró que la causa aún tenía muchos puntos sin aclarar; entre otros, el autor intelectual del hecho y, con ese argumento, solicitó que a Zaeta se lo condene por el delito de homicidio en ocasión de robo. “Nosotros queremos también una sentencia justa, pero justo es justicia para ambas partes”, sostuvo Mansilla, quien puso el foco en la tipificación del delito.

En el caso de Facundo Gómez, su defensor, Alejandro Monzón, solicitó una pena máxima de 10 años de detención por robo doblemente agravado en banda y en poblado. Lo hizo al argumentar que su defendido no tenía intención de matar a Gutiérrez, solo de robarle. En tanto que Carolina Scamperti, defensora de Pedro Monzón, solicitó la absolución del delito de homicidio para su defendido y que se contemple el delito de encubrimiento, dado que reconoció que fue obligado a limpiar la escena del crimen.

Sobre el final, el presidente del tribunal oral, Joaquín Cabral, invitó a hablar a los acusados. Mientras Zaeta desistió a pronunciarse, Facundo Gómez pidió la palabra: dijo estar arrepentido y pidió disculpas a la familia de Gutiérrez. “Fue el error que cambió mi vida por completo y cargo con eso todos los días”, aseguró el joven que fue padre mientras estaba detenido.

Monzón, de 22 años, el único de los imputados que había declarado en esta instancia oral, volvió a mostrar arrepentimiento y a pedir perdón, y le dijo al tribunal que en dos meses será papá por primera vez. “Les pido una oportunidad para demostrar que no soy una amenaza para la sociedad”, afirmó. El 5 de abril el tribunal oral dará a conocer la sentencia en la sede de la Cámara Criminal Oral en Río Gallegos.

 

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