Los jubilados y pensionados que cobran el haber mínimo en el sistema contributivo general de la Anses, de $134.445,30 y también los beneficiarios de prestaciones no contributivas con un ingreso de hasta la cifra mencionada volverán a percibir en abril un bono de $70.000. Así lo dispone el decreto 268 publicado hoy en el Boletín Oficial.

Así, mientras sigue sin definirse un cambio en el sistema de actualización de las prestaciones, la cifra correspondiente a la llamada “ayuda económica previsional” será igual a la cobrada este mes. Ello, pese a la alta inflación, que en febrero fue de 13,2% y que para marzo sería de un porcentaje similar, según las estimaciones de varios economistas reflejadas en el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central. Así, de no disponerse otras medidas, en el cuarto mes del año se profundizará la pérdida de poder adquisitivo para todos los jubilados y pensionados, cobren o no cobren refuerzo.

Según la normativa vigente, en abril no hay reajuste por movilidad. Con los haberes del actual mes de marzo se aplicó, según el resultado de la fórmula vigente por ley desde 2021, un incremento de 27,18%, muy por debajo de la suba de los precios de bienes y servicios en general. Para el actual trimestre, las proyecciones indican que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registraría un avance de 55,6%, con lo cual la caída de la capacidad de compra sería superior al 18% tan solo en un trimestre.

Al igual que lo que ocurre este mes, quienes cobran solo un haber mínimo recibirán un ingreso, sumado el bono, de $204.445,30 en bruto, y de $200.412 en mano. El adicional de $70.000 no tiene descuentos, mientras que sobre el haber propiamente dicho, en el caso del haber básico, se detrae el 3% para financiar al PAMI.

De acuerdo con lo establecido por el nuevo decreto, los jubilados con un ingreso mensual superior al mínimo, pero solo de hasta $204.445,30 (cifra que equivale a la prestación mínima más el bono) recibirán -al igual que en marzo- un adicional de un monto tal que se complete esa cifra. Por ejemplo, con un ingreso de $180.500, la ayuda es de $23.945,30, y con un haber bruto de $200.000, el plus es de $4445,3.

En rigor, la “ayuda económica previsional” se paga exactamente con las mismas condiciones que las establecidas para los bonos que fueron abonados en los últimos meses por el actual gobierno y por el anterior. Los pagos dispuestos para quienes tienen un haber que supere al mínimo en un monto no mayor al del refuerzo (en el caso de marzo, en no más de $70.000) solamente tienen el objetivo de que con un ingreso mayor en términos brutos no se termine percibiendo, en mano, un importe menor que el recibido por quienes tienen el ingreso básico del sistema.

Quienes reciben un ingreso mensual mayor al monto resultante del haber mínimo más el bono ($204.445,30 el mes próximo) siguen al margen del cobro de refuerzos, tal como viene ocurriendo desde septiembre último. A partir de aquel mes, el gobierno de Alberto Fernández, con Sergio Massa en el Ministerio de Economía, dispuso restringir más el pago de bonos, que en los 12 meses previos habían alcanzado a quienes cobraban hasta el equivalente al haber mínimo multiplicado por dos. Desde entonces, solo reciben refuerzos quienes cobran la mínima, en tanto que se fijan las compensaciones ya explicadas para quienes cobran algo más.

El Gobierno de Javier Milei decidió repetir esas condiciones y excluir de la ayuda a quienes cobran algo más que la mínima, pese a la fuerte aceleración que tuvo el aumento de precios. Esa exclusión no es algo establecido por ley, sino una decisión discrecional de los funcionarios.

Para determinar quiénes cobran los bonos se tiene en cuenta la suma de los ingresos previsional percibidos, en caso de haber más de uno. Por lo tanto, si una persona cobra jubilación mínima y también pensión mínima, no cobra la ayuda. Eso es así desde el inicio de la política de bonos, que un grupo recibe de manera continua desde septiembre de 2022 y que implican un reconocimiento de la ineficacia de la fórmula de movilidad para mantener el poder adquisitivo en un contexto de inflación creciente.

La garantía del 82%

Independientemente del pago del bono, la Anses deberá pagarle a un grupo de jubilados otro adicional. Se trata del correspondiente por la garantía legal vigente desde 2018, que implica que ningún haber mensual cobrado por quienes se jubilaron sin recurrir a una moratoria puede ser inferior al 82% del salario mínimo, vital y móvil (SMVM).

Desde este mes de marzo, ese valor de referencia para el ingreso de los trabajadores es de $202.800, según lo dispuesto por la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Por lo tanto, el 82% es una cifra equivalente a $166.296. Para abril, en tanto, no se anunciaron modificaciones, por lo cual se considera el mismo monto. Entonces, ninguna persona que obtuvo su prestación sin moratoria (es decir, habiendo hecho durante la vida laboral todos los aportes exigidos por la ley previsional) debe tener un haber inferior a $166.296 (sin contar el bono de ayuda económica).

Como el haber mínimo es de $134.445,30, el suplemento por la garantía del 82% es, tanto para este mes de marzo como para abril, de hasta $31.850,70. Con un ingreso de, por ejemplo, $150.000, el plus correspondiente por este concepto es de $16.296, y con un haber mensual de $155.500, de $10.796.

Entre quienes cobran el haber mínimo, la gran mayoría de los jubilados no está comprendida en esta garantía, ya que más de 90% obtuvo su prestación tras adherirse a una moratoria, según los planes que, con diferentes versiones, están vigentes desde 2005. El dato es una muestra del grave problema de informalidad y precariedad laboral que, junto con otros factores, pone en jaque los números del sistema previsional.

 

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