CARILÓ (Enviado especial).- El dato es abrumador, contundente e irrefutable sobre el fenomenal movimiento turístico que recibe la costa atlántica en este fin de semana extralargo. Solo entre este miércoles y este viernes, con extremos en un jueves dominado por un menudo congestionamiento en la salida de Capital Federal, marcharon en sentido a la costa casi 260.000 automóviles. Una cifra que representa la mitad de la totalidad del flujo por mismas rutas de todo febrero y el equivalente a casi la totalidad de los que partieron hacia las playas durante la siempre fuerte segunda quincena de enero.

Así se entiende ese descomunal tránsito que hay en todas las localidades balnearias de la zona, todavía con las rutas 2 y 11 cargadas con turistas que llegan rezagados, dispuestos a iniciar más tarde un período de feriados que esta vez regala escapadas de hasta seis jornadas consecutivas.

Porque más allá de habitaciones de hotel y viviendas en alquiler que siempre quedan disponibles, el fenómeno parece haber involucrado en gran medida a los propietarios, protagonistas fuertes de este cierre de marzo e inicio de abril que promete marcar historia para la industria turística de estas costa y seguramente de todo el país.

LA NACION accedió a cifras de Autopistas de Buenos Aires (Aubasa), empresa a cargo del corredor vial atlántico, que confirman que entre el miércoles y el viernes pasaron por los peajes 258.352 vehículos desde el área metropolitana y con rumbo sur. Fueron 74.536 el primer día, 110.567 el siguiente que tantos trastornos generó y 73.249 hoy.­ El día de mayor tránsito de enero, siempre en mismo sentido, fue con 29.332. En febrero, 38.664, con otros 35.998 en pleno inicio del fin de semana largo de Carnaval.

Por Mar del Plata sacaron a relucir pronto las estadísticas para confirmar que es la Semana Santa con más visitantes en décadas. Desde el Ente Municipal de Turismo (Emtur) aseguran que ya llegaron 213.865 viajeros. Desde la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica afirman que la ocupación ya ronda el 90% y es plena en la máxima categoría. Y en Cariló suman un dato muy fuerte: dan cuenta que alquilaron casi 75% más de propiedades que igual período del año anterior.

También hay que tener en cuenta que es la primera de estas escapadas de más de tres días fuera de verano que transcurre sin asistencia de programas oficiales. Los últimos beneficios del programa Previaje, que durante más de dos años apuntaló la actividad turística tras el golpe de la pandemia de coronavirus, finalizaron en noviembre pasado.

Promedia este fin de semana largo y la costa muestra los vaivenes climáticos que prometía: tuvo un arranque nuboso, un Viernes Santo con sol y 30°C escapado de enero y un sábado que alternó lloviznas con resolanas. Por eso había gente por donde se mire: en las playas, en el circuito costanero, en los espacios gastronómicos y los paseos comerciales.

Cariló, por ejemplo, volvió a acariciar la ocupación plena. “Se alquiló mucho por este fin de semana más prolongado de lo habitual, pero tenemos por acá a muchísimos dueños que hicieron la diferencia”, describió a LA NACION la empresaria inmobiliaria Silvia Melgarejo, responsable de Constructora del Bosque. “Hoy mismo (por este sábado) seguíamos recibiendo pedidos de alquiler por gente que se queda hasta el miércoles o jueves”, confirmó sobre este aluvión que continuaba cuando promediaba esta oportunidad de escapada inédita por su extensión.

Mauro Moyano, que administra los complejos Avutarda, Club Cariló Playa, Bosque de Ciruelos y Piedras Blancas, también confirma que lograron capacidad completa y con un detalle particular. “La ocupación en su mayoría es hasta el martes, pero en algunos casos se extienden incluso hasta el miércoles”, confirmó a LA NACION sobre estadas que van más allá del amplio fin de semana largo.

La gastronomía, satisfecha

Había mucha satisfacción en el segmento de la gastronomía y el conjunto de los servicios comerciales porque a la fuerte presencia de turistas se sumó también esta alternancia climática que regaló momentos y hasta jornada de playa y otros para caminar, pasear, disfrutar y también hacer algunas compras.

Se los vio disfrutar de paseos en bicicleta, que se alquilan a unos $6.000 la hora. Y repartirse por mesas de restaurantes donde, a mediodía y en el centro comercial del bosque, se proponía menú desde $15.000 con entrada, plato principal y postre. Y, según confió el responsable de uno de estos establecimientos, una fuerte preferencia por lugares con promociones bancarias que ofrecían reintegros de hasta 25%.

“Anoche esperamos casi media hora para disponer de una mesa en una parrilla”, explicó Miguel Félix, de Capital Federal, que se aloja en casa de uno de los cuatro matrimonios más hijos pequeños que compartieron esta salida. “Viajamos el viernes y tardamos casi nueve horas”, aseguró a LA NACION sobre lo duro que fue ese trayecto para acercarse al mar.

Lucas Ventoso, director de Turismo de Pinamar, confirmó a este medio que la ocupación hotelera en el distrito superó el 80% con picos en Cariló y Valeria del Mar. Pero aclaró también que en casas y departamentos “está el grueso del turismo” y resaltó la “muy buena demanda en los balnearios por servicios de gastronomía”. Aunque aclaró que enero tuvo picos más altos.

La influencia de los propietarios aparece marcada en aquel tránsito inédito para la fecha. La confirman también unos kilómetros más al sur, en Mar del Plata, donde en la zona céntrica aseguran que se alquiló más del 90% de las unidades en oferta para esta fecha y se estima que encontró clientes el 80% de lo que se publicó en distintos puntos de la ciudad.

“Han venido muchos dueños para ocupar sus propiedades que alquilaron durante el verano”, señaló el presidente del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos, Guillermo Rossi. Y aseguró a LA NACION que “no solo han venido a disfrutar el fin de semana extralargo sino que muchos están evaluando la posibilidad de ponerlos en alquiler a largo plazo”. “Todavía sigue llegando gente”, sumó.

 

Facebook Comments