Representantes Enel, la firma italiana que tiene el control de Edesur, se reunieron ayer en la Casa Rosada con el ministro de Economía, Luis Caputo, y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y les ratificaron que la venta de la distribuidora eléctrica “está suspendida”.

Fuentes de la empresa confirmaron a LA NACION y comentaron que vieron un “fuerte convencimiento” sobre el rumbo que está tomando el Gobierno. Destacaron la decisión de defensa de la propiedad privada y la defensa de los contratos, al tiempo que remarcaron que mantendrán el rumbo más allá de los traspiés políticos que tuvieron con el mega DNU y la Ley Ómnibus.

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En efecto, ante la pregunta sobre si Enel se quedaba finalmente en el país, en el Ministerio de Economía, respondieron: “Es lo que parece”.

Los ejecutivos de Enel manifestaron a los funcionarios la expectativa positiva por las reformas que está llevado adelante el Gobierno, así como por el rumbo de la economía y, en especial, por las propuestas para el sector energético en la nueva Ley Bases que se enviará al Congreso.

Asimismo, los ejecutivos de Enel pusieron énfasis en que la desregulación y el futuro del sector representan un gran desafío tras el mal manejo durante años que llevaron a la falta de inversión y desarrollo.

En representación de la empresa participaron Flavio Cattaneo, CEO global de Enel, Claudio Weyne Cunha, Country Manager de Argentina, Alejandra Martínez, directora de Relaciones Externas y Juan Carlos Blanco, presidente de Edesur.

Enel es una empresa multinacional productora y distribuidora de energía eléctrica y gas, cuyo principal accionista es el Estado italiano y con sus actividades centradas principalmente en los mercados de Europa y América Latina. Cuenta con tres plantas generadoras de energía eléctrica en el país.

Cuando el mundial de fútbol de Qatar recién empezaba, en noviembre de 2022, Enel sorprendía con el anuncio de que comenzaba un proceso de desinversión que iba a concluir con la retirada definitiva de sus operaciones en la Argentina “producto del intervencionismo estatal de los últimos años”.

Sin embargo, tal como publicó LA NACION en enero pasado, el cambio de gobierno y la decisión de la nueva gestión de avanzar en una recomposición de ingresos para las empresas hizo revisar la decisión, según dijeron fuentes de la compañía.

El cambio de opinión pareció empezar a tomar color cuando el 15 de enero pasado el CEO global de Enel, el italiano Flavio Cattaneo, estuvo durante unas horas en Buenos Aires y se reunió con el presidente Javier Milei en una sala reservada del aeropuerto de Ezeiza, horas antes de su partida a Davos.

Allí, el ejecutivo se mostró “optimista” con las palabras que escuchó del presidente, según pudo saber LA NACION. En especial, se entusiasmó con el “compromiso de respetar los contratos y la defensa de la propiedad privada como un valor necesario para apalancar la inversión y desarrollo del país, algo que parece normal en el mundo, pero en la Argentina no se ha dado en los últimos años”, dijeron fuentes de la compañía a este medio.

“Las ideas claras que tiene Milei sobre cómo recuperar el sector de energía eléctrica, liberalizar el mercado y regularizar las tendencias del pasado, sean en distribución como en la generación hidroeléctrica, podrían hacer repensar los planes de Enel de salir de la Argentina”, dijo en aquel momento una fuente que participó del encuentro.

Finalmente, luego de la reunión entre los representantes de la firma italiana y los funcionarios del Gobierno, lo que quedó en claro es que se dio marcha atrás con lo anunciado en noviembre de 2022, por lo que la venta de Edesur está suspendida.

 

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