‘First Dates’ suele dejarnos momentos de lo más peculiares y extraños, al menos en ciertas ocasiones. En el programa todo el mundo tiene cabida y una oportunidad para encontrar el amor, pero no siempre sale como esperaban.

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‘First Dates’ junta a parejas en una cita a ciegas. Estos participantes mantendrán una conversación durante una cena en la que se conocerán y verán si realmente son compatibles o no. Al final del encuentro, decidirán si han tenido gustos afines y quieren seguir conociéndose, o si, por lo contrario, prefieren no saber nada el uno del otro.

Los comensales son los que se presentan delante de las cámaras, casi sin ningún tipo de filtro ni contraste. El programa ha juntado a Carlos ha venido al programa para encontrar el amor, es un fiel creyente de los signos zodiacales. Su gran requisito es «que no sea escorpio».

A cenar con él, ha llegado Charo, una tauro dispuesta a encontrar el amor, y a primera vista le ha gustado: «No es calvo, no tiene barriga: me vale», ha dicho.

Para conocernos mejor nos contamos los defectos de cada uno para saber esto no lo voy a soportar. El defecto que más me define es que: «soy muy despistada», y Carlos le ha contado que «es muy perezoso y un poco primitivo», si tiene hambre y no como me pongo de mal humor.

El problema ha venido cuando ella le ha dicho: «a veces ronco» y todavía más cuando ha matizado que «era un poco escandalosa», porque a Carlos le gustan las mujeres silenciosas.

«Donde esté un buen libro que se quite una buena mujer» ha dicho Carlos, para después añadir: «me imagino que no lee mucho, supongo que estará un poco enganchada a la prensa del corazón pero como todas las mujeres».

Ya se empezaba a ver el ramalazo machista de Carlos, pero le ha dejado claro a su cita que estaba chapado a la antigua: «Si para algo sirven las mujeres es para tener hijos».

Después de una buena cita, Carlos ha soltado: «lo que menos me ha gustado es el físico y bueno no te puedes engañar», ha dicho. Para añadir «a mi me gustan las chicas más jóvenes lo único que en la España actual es complicado encontrar a una chica más joven que esté agusto contigo».

En la decisión final Charo ha dicho que querría tener una segunda cita con él y Carlos le ha contado que no tendría una segunda cita con ella: «me gustan las chicas que llevan crucifijo», le ha soltado antes de rechazar un segundo encuentro.

 

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