Cuando se tiene que poner en serio, el PSG demuestra que juega en otra liga. Y con Mbappé todo es más fácil. El Montpellier creyó en sus opciones, pero el crack francés decidió que no iba a haber partido más allá de los primeros minutos de la segunda parte.
Con un hat trick, Kylian guió la goleada de un cuadro parisino que sigue esperando para certificar su enésimo título de la Ligue 1. Mal en defensa el PSG, con poca intensidad en las marcas… pero tiene demasiada pegada.
Hubo partido en la primera mitad porque el PSG decidió salir a verlas venir. El Montpellier tuvo durante todo el primer tiempo la sensación de que salir a la contra era muy fácil, que el cuadro parisino no iba a correr demasiado para atrás. Así, los de Der Zakarian fueron los que primero avisaron con contragolpes que acababan siempre en nada.
Pero el PSG no es de los que avisa. Si tiene que marcar, lo hace. Y así fue. Vitinha cazó un balón en la frontal y lo llevó a la cepa del palo. Con el 0-1, mismo guion. Salía el Montpellier con peligro, pero la pegada era parisina. Corrió Mbappé a campo abierto y ahí es imparable. 0-2 y el partido que, a priori, estaba casi cerrado. Sin embargo, el PSG, que no estaba con muchas ganas de defender y de ser intenso en la presión, dejó vivir a su rival y lo pagó caro antes del descanso.
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Nordin, de cabeza, recortaba distancias y Savanier, después de un penalti cometido por Donnarumma tras un grave error de Danilo, puso el empate en el luminoso. Demasiado fácil.
En la reanudación, se acabaron las concesiones. Luis Enrique ajustó a los suyos, los cracks se enchufaron y ya no hubo mucho más que hacer para el Montpellier. Mbappé, con un golazo desde la frontal, Kang-In Lee, con otro, y otra vez Mbappé, con un desmarque marca de la casa y un contundente disparo, cerraron definitivamente la victoria para el PSG a falta de media hora. Ya no hubo partido.
Con el 2-5, el cuadro de Luis Enrique aún fue a por más. Zaire-Emery estrelló un remate al palo y Nuno Mendes no perdonó en un carrerón de los suyos. Set y partido. El Montpellier apenas pudo disponer de un penalti que el VAR invalidó.
