Un día después de dar la batalla “contra el relato kirchnerista” en el aniversario del golpe militar, el gobierno de Javier Milei debió postergar hoy el inicio de una nueva reunión con los gobernadores aliados, con el fin de lograr consensos en el tratamiento parlamentario de la ley Bases, cuyo nuevo borrador comenzó a circular diez días atrás, y el denominado paquete fiscal, esperado por las provincias para mejorar su situación financiera.

“La reunión se postergó por temas de agenda de los gobernadores. Algunos podían venir y otros no, por lo que se pasó para la semana próxima”, dijo el ministro del Interior, Guillermo Francos, en declaraciones radiales, para explicar la postergación del cónclave, en principio reprogramado para el 4 de abril. Donde sí estará Francos es en Salta, mañana, para la reunión de los gobernadores del Norte, con el mandatario local Gustavo Sáenz como anfitrión. “Viajamos junto al secretario de Hacienda y el vicejefe de gabinete de Salta a reunirnos con un grupo de gobernadores, para avanzar y entender su visión sobre la Ley Bases y las reformas fiscales”, dijo Francos a Cadena 3.

La explicación oficial sobre la suspensión coincide, sólo en parte, con la visión de los diez gobernadores de Juntos por el Cambio. En principio, cerca de dos de ellos reconocieron a LA NACION problemas “para llegar todos juntos” a la Casa Rosada, pero lo cierto es que los cinco gobernadores del radicalismo (Alfredo Cornejo de Mendoza; Gustavo Valdés, de Corrientes; Maximiliano Pullaro, de Santa Fe; Carlos Sadir, de Jujuy, y Leandro Zdero, de Chaco) no habían sido invitados en esta oportunidad.

“Seguramente Guillermo quería reunirnos de a cinco, para explicarnos bien el proyecto. Pero los diez preferimos ir juntos, para unificar personería, y después hablar con nuestros bloques parlamentarios”, explicaron a este diario muy cerca de uno de los mandatarios radicales, que intentó minimizar el episodio. “El 4 vamos a la Rosada y vamos a estar los diez”, recalcaron desde el centenario partido. “Querían invitar a la mitad, y dejar afuera a la otra, era un error”, corroboraron cerca de uno de los tres gobernadores de Pro (el porteño Jorge Macri, el entrerriano Rogelio Frigerio e Ignacio Torres, de Chubut) quienes junto a Marcelo Orrego (San Juan) y Claudio Poggi (San Luis), sí habían sido invitados para este lunes, a las 16 horas, en la planta baja de la Casa Rosada.

En principio, el Gobierno apostaba al avance de las negociaciones con los mandatarios no pertenecientes al kirchnerismo, para así acelerar el tratamiento de la renovada ley Bases, retirada en su primera versión durante el tratamiento en particular, luego de su aprobación en general por la Cámara de Diputados. Como anticipó LA NACION, el nuevo texto tiene 269 artículos e incluye la delegación de facultades al Presidente, la privatización de empresas públicas, una nueva actualización de haberes jubilatorios (luego establecida por decreto) y el blanqueo laboral.

También está pendiente el paquete fiscal, que muchas provincias necesitan como el agua para mejorar su recaudación, ya que incluiría la restitución del impuesto a las Ganancias, que quitara el gobierno de Alberto Fernández, y aumentos en el monotributo y el Impuesto a los Bienes Personales.

Preocupados por la caída de la recaudación por menor actividad y el retaceo de los fondos de coparticipación, los gobernadores más cercanos al Gobierno dicen que “si esto sigue así, hasta las provincias bien administradas van a caer”. Los más optimistas aguardan una mejora de la actividad económica para el segundo semestre de este año, como modo de equilibrar las cuentas.

Luego de la distribución del borrador de la ley Bases entre gobernadores, y legisladores, Francos se reunió con legisladores del PRO, de la Unión Cívica Radical y Hacemos Coalición Federal, en encuentros en los que estuvo acompañado por su segundo en la cartera, Lisandro Catalán; el jefe de gabinete, Nicolás Posse, y el asesor Santiago Caputo.

Desde el Gobierno intentaron separar la negociación por las leyes y la postulación del juez federal Ariel Lijo para la Corte Suprema del aniversario del golpe, en el que la Casa Rosada mostró una posición antagónica a la del kirchnerismo, e incluso a la de la UCR, en relación a temas sensibles como la cantidad de desaparecidos durante la última dictadura militar. “Cada punto tiene su estrategia particular”, afirmaron cerca del Presidente. “El Gobierno se equivoca si apuesta todo a los gobernadores, porque tienen una influencia relativa en Diputados, aunque un poco más en el Senado”, analizaron cerca de uno de los mandatarios que, paradójicamente, tiene mejor vínculo con Balcarce 50.

 

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