Con temperaturas que siguen siendo favorables para el mosquito transmisor del dengue combinadas con las consecuencias de las tormentas de estos días, autoridades sanitarias coinciden al prever un repunte de casos en las próximas semanas. Hay provincias que pasaron a confirmar el diagnóstico por los síntomas al momento de la consulta por la magnitud del brote local y la falta de insumos de laboratorio, mientras que Salta empezó a reprogramar ayer en el sistema público las cirugías que no sean urgentes para mantener camas liberadas en los hospitales de la capital y el interior.

“Es exponencial la suba de esta patología [por el dengue] para lo cual tenemos que estar preparados porque no quisiéramos tener [que afrontar] lo que les está pasando a otras provincias que están sin camas para atender este tipo de situaciones”, dijo Martín Monerris, secretario de Servicios de Salud de la cartera sanitaria salteña. Fue durante una conferencia de prensa este miércoles al anunciar la medida, que regirá en todo el sistema público provincial “hasta nuevo aviso”.

De una semana a otra, los casos confirmados en esa jurisdicción pasaron de 1277 a 2340. Esta diferencia, con las que están informando el resto de las provincias locamente, elevarán el fin de semana que viene los más de 78.600 casos informados el fin de semana pasado por el Ministerio de Salud de la Nación.

Estos números, como explicó un infectólogo que conoce el subregistro histórico en salud pública, “seguramente” hay que multiplicarlos por tres o cuatro. A la vez, en los centros de salud del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y las provincias con más casos de dengue y chikungunya se puede corroborar al hablar con pacientes y profesionales que están faltando insumos para diferenciar diagnósticos con síntomas comunes, incluidas las infecciones respiratorias, en consultorios de febriles y guardias con alta demanda y poco personal para dar respuesta.

En cuanto a las enfermedades transmitidas por mosquitos, desde la cartera sanitaria nacional insistieron en que tras las tormentas de esta semana se refuercen “especialmente” las medidas de prevención en las viviendas y el espacio público en medio de un “contexto climático crítico”. Y que, ante la aparición de síntomas, pidieron no automedicarse y hacer la consulta rápida al centro de salud más cercano.

“El aumento de las precipitaciones en la ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires y varias provincias favorece una mayor proliferación de mosquitos y el aumento de casos de dengue. Por esto –continuaron–, es importante reforzar los cuidados para el control y la protección de las enfermedades transmitidas por el Aedes aegypti. Hay circulación viral de dengue en 19 jurisdicciones y en países limítrofes. En este contexto, se dan condiciones ambientales adecuadas para la proliferación de mosquitos, como lluvias persistentes y clima húmedo en gran parte del país.”

Ciclo

Lucila Valera, de la Comisión de Sanidad Ambiental del Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica (CPIA), coincidió en esa previsión. “Lo que podemos esperar es que en los próximos 10 a 14 días tengamos una alta cantidad de mosquitos porque es lo que justamente dura su ciclo de vida –amplió–. En dos semanas vamos a ver un aumento de la población de mosquitos adultos y si consideramos que cada vez hay más personas con dengue, habrá más posibilidad de que mosquitos Aedes aegypti piquen a personas que están cursando la enfermedad. Entonces, vamos a tener más mosquitos portadores del virus con más posibilidad de contagiar.”

A partir de esas condiciones es que Valera, que es técnica independiente en manejo integrado de plagas urbanas, prevé que el aumento de casos “va a ser exponencial” debido a una cantidad de base muy alta de personas con dengue con un aumento de la población del vector. “El ciclo de vida del mosquito está atado a la temperatura y la realidad es que, para esta época, ya se debería haber alcanzado la curva de contagios: estamos en marzo y rodeados de casos de dengue”, sumó. Solo en su círculo personal contó 10 allegados con ese diagnóstico. “Estamos hablando de que en el país ya hay mucho más de 100.000 personas que se infectaron. Tenemos países limítrofes muy complicados con la epidemia y la Argentina también lo está”, sostuvo.

En el norte, a las condiciones locales se suma la epidemia en Brasil, como publicó LA NACIÓN, y Bolivia, con el desborde del río Bermejo por las lluvias. Esto incrementaría la demanda de atención en localidades argentinas vecinas por “un aumento exponencial de casos de dengue, con situaciones complicadas en la atención de pacientes” en esos países, según explicaron los funcionarios salteños.

Síntomas

Gerardo Laube, infectólogo y exjefe de Guardia del Hospital Muñiz, recomendó “prestar especial atención” a los síntomas. “Fiebre, dolor detrás de los ojos, dolor de cabeza, dolores en las articulaciones y los músculos, son los principales síntomas –señaló–. En ningún caso es conveniente la automedicación. Lo aconsejable es la consulta médica”.

En el caso de tomar paracetamol por la fiebre, profesionales y autoridades sanitarias coinciden en hacerlo en las dosis y el tiempo que aconseje un médico para reducir el riesgo de complicaciones por la infección cuando empieza a bajar la fiebre y comienza la fase crítica de la enfermedad, antes de la convalecencia.

“El control médico es particularmente necesario en los pacientes con enfermedades crónicas, ya que, en ellos, el riesgo de que aparezca alguna complicación aumenta”, agregó Laube, que es profesor titular de microbiología e infectología de la Fundación Barceló.

Coincidió con la previsión de que el pico de casos de dengue sea en otoño. “Si seguimos teniendo temperaturas por encima de los 20°C, que es cuando el mosquito mejor se reproduce, tenemos en estos momentos un problema crítico que es la acumulación de agua en patios, jardines, fuentes, entre otros lugares. Hay que ser cautos, pero las posibilidades de un repunte de casos están y, como alerta, está bien decirlo”, agregó el médico.

En esa línea, recordó no descuidar el uso adecuado de repelente, de acuerdo con la edad, en especial durante las actividades al aire libre y, sobre todo, en horas vespertinas. “Estamos ante un panorama epidemiológico y climático preocupante en lo que tiene que ver con las enfermedades transmitidas por mosquitos: todos estamos teniendo algún conocido que está con dengue”, agregó.

Por eso, las cifras que se informan son apenas “la punta del iceberg” de lo que se anticipa como la mayor epidemia de dengue no solo en el país, sino en la región. “Debajo hay muchos más casos que quizás no consultan porque los síntomas no son tan fuertes o van a las guardia y, como están llenas, se van y se automedican. Las estadísticas oficiales solo muestran los casos notificados, pero hay muchos más, también, por la no consulta que los que se van comunicando semana a semana”, señaló Laube.

Valera también expresó su preocupación por la forma en que las autoridades locales está llevando adelante el control focal del mosquito donde una persona infectada vive o trabaja y la manzana.

“Tenemos un vector de una enfermedad que está mostrando que es mortal reproduciéndose también en fuentes, huecos de árboles y otros lugares del espacio público donde también se junta agua. Al vecino se le está pidiendo que descacharre, lo hace y, enfrente, tiene un basural o una plaza con una fuente de los que nadie se ocupa –planteó–. Los tratamientos con insecticidas para fumigación no los puede hacer cualquiera: si bien el Aedes aegypti es un mosquito diurno, el momento de más actividad es durante el amanecer y el atardecer, por lo que hay que hacerlo entre las 7 y las 8.30 o 9 y, luego, entre 18.30 y 20 aproximadamente. Hay mucho mito alrededor de lo que es la fumigación y cómo debe emplearse de manera eficiente para no seguir malgastando presupuestos y recursos.”

 

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