En La Cava se hacían conocer como “la banda del millón”. Se trata de los cuatro acusados del homicidio del empresario Jorge Enrique De Marco, de 65 años. La quinta sospechosa que tiene pedido de captura es la novia de uno de los miembros del grupo delictivo que, como característica, tenía la costumbre de publicar en redes sociales fotos con los dólares que robaron en los distintos golpes que concretaron.

Según la reconstrucción de los movimientos de la mencionada organización delictiva, la banda se dedicaba a cometer asaltos en la modalidad “escruche”, tal como se conoce al robo en una propiedad en ausencia de los dueños. Los integrantes de “la banda del millón” también realizaban entraderas y sorprendían a los propietarios de una vivienda cuando llegaban a la casa.

Luego de identificar a la novia de uno de los cuatro sospechosos que, el jueves a la madrugada, irrumpió en la casa de San José 86, en Las Lomas, de San Isidro y mató al empresario De Marco, los investigadores del Ministerio Público de San Isidro, lograron reconstruir sus vínculos y actividad en redes sociales. Así, los responsables de la pesquisa, en menos de 48 horas, hallaron fotos de los sospechosos, que se presentaban como miembros de la “banda del millón”, en las que aparecían con armas de fuego, billetes y joyas que formaban parte de los distintos botines que obtuvieron por los robos que perpetró el grupo delictivo.

Para concretar esos asaltos, los sospechosos contaron con la colaboración de un remisero de confianza, de 70 años, que los llevaba y los pasaba a buscar por las distintas viviendas en las que ingresaban por la fuerza o después de interceptar a los dueños.

Este remisero, dueño de un Renault 19 bordó, patente BQ… , fue detenido ayer, durante uno de los ocho allanamientos realizados en La Cava y quedó acusado por encubrimiento agravado en la investigación por el homicidio del empresario De Marco, de 65 años.

El homicidio fue descubierto el jueves después de que un amigo de la víctima, preocupado porque no le respondía los mensajes, decidió entrar en el inmueble con el juego de llaves que tenía y encontró el cuerpo atado de pies y de manos en una habitación de la planta alta. Los detectives judiciales y policiales que investigan el homicidio abonaron la hipótesis que la víctima fue sorprendida mientras dormía, intentó defenderse y lo mataron.

Qué dice la autopsia

A De Marco lo mataron a golpes. Los delincuentes que lo sorprendieron en su habitación le fracturaron dos costillas que le produjeron un neumotórax y una broncoaspiración.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales al tanto de la autopsia realizada en la Morgue Judicial de San Fernando.

Antes de conocer el adelanto de la autopsia, una fuente de la investigación había explicado: “A simple vista, el cuerpo no presentaba heridas de armas de fuego. Sí, las marcas de golpes en la cabeza y en el rostro eran claras y contundentes”.

De Marco tenía 65 años y vivía solo en una casa en Las Lomas de San Isidro. El homicidio fue descubierto el jueves después de que un amigo de la víctima, preocupado porque no le respondía los mensajes de WhatsApp y las llamadas telefónicas, decidió entrar en el inmueble con el juego de llaves que tenía y encontró el cuerpo atado de pies y de manos en una habitación de la planta alta. El cuarto estaba todo desordenado.

A partir del hallazgo de un balazo en la habitación de la víctima, que tenía 65 años, los detectives judiciales y policiales que investigan el homicidio sostienen la hipótesis de que la víctima intentó defenderse y alcanzó a disparar un tiro. Pero superado numéricamente por los agresores, no pudo evitar que lo redujeran y lo golpearan hasta matarlo.

La víctima fue instructor de tiro y ganó campeonatos de tiro práctico y deportivo. Su otra pasión era la protección de los animales, sobre todo de los perros: fundó y presidió el Centro de Prevención de Crueldad al Animal (CPCA).

 

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