El optimismo ha vuelto a instalarse en el Barça tras la convincente clasificación para los cuartos de final de la Champions. En una temporada con demasiado ruido, parece que la ilusión de los jóvenes de La Masia ha contagiado al barcelonismo en el tramo final de la temporada y ahora el equipo se ve capaz de todo. Y cuando se dice de todo es de todo. Porque el Barça no renuncia a ganar la Liga aún sabiendo que está complicadísima. A Xavi aún le salen las cuentas para dar el sorpasso en el campeonato, pero todo pasa por ganar un partido más que el Madrid antes de llegar al duelo del Bernabéu. Los blaugrana deberían ponerse a cinco puntos para intentar asaltar el feudo blanco y dejarlo todo abierto hasta finales de temporada. Es muy, muy complicado, pero en el fútbol se han visto cosas peores.
Una cosa es la ilusión y otra la práctica. Porque el Madrid volvió a mostrarse intratable ante Osasuna y parece que van directos hacia el título de Liga. Pamplona era uno de los lugares en los que podían pinchar, pero ganaron fácil. Y ahora le toca turno al Barça en la salida más comprometida hasta final de temporada, quitando a la del Girona. Xavi y los jugadores son conscientes de la importancia de este choque porque, de no ganar, la Liga sí que sería una quimera, pero un triunfo ante los de Simeone sería dar un auténtico golpe encima de la mesa y afianzaría las opciones del gran sueño.
Tanto Barça como Atlético viven momentos de euforia aunque en la Liga luchan por objetivos diferentes. Mientras el Barça sigue siendo ambicioso, los colchoneros miran solo hacia sus espaldas con la esperanza de afianzar cuanto antes su posición Champions. Será un buen duelo y el Barça tiene una grandísima oportunidad para afianzar su idea en uno de los campos más difíciles de la Liga. Perder sería jugárselo todo a una Champions que es una auténtica lotería. Solo quedaría el título más complicado en un año que ha sido una auténtica montaña rusa. Si ganan hoy en Madrid, seguro que competirán por la Liga.
