El estadounidense Paul Richard Alexander, apodado por los medios como «Polio Paul», es mundialmente conocido por haber pasado la mayor parte de su vida inmóvil dentro de un pulmón de acero, una máquina de respiración asistida que envolvía todo su cuerpo, excepto la cabeza. 

Nacido el 30 de enero de 1946, Paul contrajo poliomielitis cuando tan solo tenía 6 años, una enfermedad discapacitante que lo paralizó de cuello para abajo y le impedía realizar algunas funciones vitales como la de respirar. Para poder sobrevivir, tuvo que ser operado y colocado en este pulmón artificial que le permitiría seguir respirando, a pesar de que su esperanza de vida era corta. 

Sin embargo, los médicos se equivocaron por mucho con este pronóstico: Paul ha conseguido vivir hasta la edad de 78 años, falleciendo el pasado 11 de marzo de 2024 tras pasar 7 décadas dentro del pulmón de acero, ostentando por ello un récord Guinness. 

Además de larga, su vida ha sido fructífera en el ámbito personal e intelectual, y su historia de autosuperación es una influencia muy positiva para el mundo. Desde su ingreso en la cápsula, Paul se ha graduado en Derecho, ha ejercido como abogado durante 30 años e incluso ha escrito una autobiografía con la boca, ayudado por un palo y un teclado. 

el pulMón de acero

Las secuelas motoras de la polio, que a menudo solamente paralizan las extremidades, pueden causar también la pérdida de capacidades neurológicas, impidiendo los movimientos del diafragma, el principal músculo responsable de la respiración. Estos casos más extremos se conocen como poliomielitis paralítica, una forma más grave de esta enfermedad. 

Un pulmón de acero es una máquina en forma de cápsula que, mediante el uso de bombas de succión del aire, replica el movimiento natural del diafragma expandiendo y contrayendo los pulmones del paciente que la utiliza, forzando que inspire y expire por la nariz. De este modo mecanizado, el individuo puede seguir respirando como si tuviera un pulmón artificial. 

Este sistema se inventó en la década de 1920, y fue ampliamente usado hasta los 60, cuando la enfermedad se empezó a erradicar gracias a la invención de una vacuna contra la polio y su posterior aplicación en gran parte del mundo occidental. Además, durante esta misma época los avances en tecnología permitieron reemplazar el pulmón de acero por respiradores más modernos que funcionan con intubación. 

No obstante, el joven Paul Alexander se había acostumbrado a vivir en el pulmón de acero y decidió mantener este sistema en los años que estaban por venir. Después de varios años y mucha práctica Paul consiguió respirar por sí mismo durante períodos cortos, un hito que le permitió salir puntualmente del pulmón de acero hasta que, ya a una edad más avanzada, lo necesitaría las 24 horas del día. 

¿Qué es la polio?

La poliomielitis es una enfermedad potencialmente discapacitante y mortal causada por un virus, el poliovirus salvaje, que ataca a las células nerviosas de la médula espinal encargadas del movimiento muscular. 

Este virus se propaga entre humanos al entrar en contacto con las secreciones de una persona portadora, con la posibilidad de contraer el virus de forma asintomática o desarrollar la enfermedad en diferentes grados.

Según indican los expertos de Mayo Clinic, «alrededor del 5 % de las personas con el virus de la poliomielitis padecen de una forma leve de la enfermedad llamada poliomielitis abortiva que deriva en síntomas similares a los de la gripe durante 2 y 3 días», un 1% desarrolla una forma más grave de la enfermedad que no causa parálisis pero que afecta a nivel motor, y en otro pequeño porcentaje evoluciona hacia problemas musculares más graves, parálisis de las extremidades, y dificultades para respirar o tragar. 

El mejor método de prevenir esta enfermedad es la vacunación, una opción que es posible gracias a su invención por parte de Jonas Salk hacia el año 1955. Desafortunadamente para Paul Alexander, esto ocurrió tan solo unos meses después de su contagio y desarrollo de los síntomas. Se calcula que, a principios de la década de los 50, la polio había infectado a más de 50.000 niños en los Estados Unidos. 

La polio afecta especialmente a niños, por lo que se recomienda poner varias dosis pautadas entre los 2 meses y los 6 años. Los adultos no vacunados, o aquellos que viajen a países con mayor riesgo de contagio de este virus, podrán recibir dosis de refuerzo. 

Tras la aplicación masiva de esta vacuna a partir de los años 50 y sus sucesoras desde los 60, la enfermedad se encuentra actualmente erradicada en más del 90% de los territorios del mundo según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque todavía existe en algunos países. 

Facebook Comments