En el marco de un meticuloso ensayo clínico que congregó aproximadamente a 5.000 niños, con edades comprendidas entre los 5 y los 36 meses, se ha evidenciado la eficacia de una innovadora vacuna contra la malaria, denominada R21/MatrixM.

Este avance científico ha logrado una disminución significativa de los episodios sintomáticos de la enfermedad, situándose entre el 68 y el 75 % durante el transcurso del año subsiguiente a su administración.

Los investigadores responsables de este hallazgo sostienen que el costo de la vacuna será accesible, lo que representa una promesa de alivio considerable para mitigar el dolor y las cifras mortales que acarrea la malaria en las regiones del África subsahariana.

Los hallazgos correspondientes a la fase 3 de este estudio han sido divulgados en la prestigiosa revista The Lancet, marcando un hito en la lucha contra esta devastadora enfermedad.

Elevada eficacia

Según declaraciones de Carlota Dobaño, jefa del Grupo de Inmunología de la Malaria en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), en SMC España: “la vacuna muestra una eficacia elevada en áreas de malaria estacional cuando es administrada justo antes de los meses de lluvias asociados a la alta transmisión de la infección, y menos eficacia en los lugares de transmisión menos intensa y perenne”.

Se tiene que monitorizar todavía la duración de la eficacia de dicha vacuna para evaluar más extensamente su impacto en salud pública, así como su eficacia en zonas de África donde hay una elevada transmisión de la malaria y durante todo el año. 

La enfermedad que mata a una persona cada 30 segundos

La malaria es la afección más devastadora para la especie humana, ostentando el dudoso honor de ser la patología más mortífera. Esta dolencia se distingue por ser la única entre las causadas por los protozoos, es decir, organismos parasitarios de una complejidad notable.

Hoy en día, la cifra de individuos que se ven asediados por esta enfermedad supera los 800 millones anualmente, resultado de la picadura de mosquitos hembras pertenecientes al género Anopheles. Una vez el patógeno de la malaria se introduce en el torrente sanguíneo, inicia un ataque dirigido hacia el hígado, desde donde orquesta una estrategia de invasión y multiplicación dentro del organismo huésped.

La malaria se cobra una vida cada treinta segundos, siendo los niños menores de cinco años quienes constituyen el 75 por ciento de las víctimas. A diferencia de otras enfermedades como la fiebre amarilla, la malaria se ensaña particularmente con los más jóvenes y con aquellos cuyos sistemas inmunológicos se encuentran en estado de vulnerabilidad.

Aunque se están desarrollando vacunas contra la malaria, aún no se ha logrado dar con una solución vacunal que ofrezca una eficacia plena y definitiva. La R21/MatrixM podría ser, por fin, la primera.

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