El satélite ERS-2 de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) vuelve a casa. Como sucede en algún momento con la mayoría de sus similares, su fecha de caducidad ha llegado y es hora de que reingrese, de forma natural, al lugar al que pertenece: la Tierra. Así lo ha confirmado la Oficina de Basura Espacial de la ESA, que predice que el satélite se desintegre en gran medida hoy, 21 de febrero de 2024, a las 15:49 UTC (16:49 en horario peninsular de España).

Al tomar la decisión en 2011 de dar fin a la misión del ERS-2, se llevaron a cabo alrededor de 66 maniobras de desorbitación para disminuir su altitud media y mitigar el riesgo de colisión con otros desechos espaciales. Ahora, 13 años más tarde, el satélite comenzará a reingresar en las capas inferiores de la Tierra, en las que comenzará a quemarse. 

Antes de que salten las alarmas: al entrar en contacto con la atmósfera terrestre, el satélite se romperá en fragmentos, pero las posibilidades de que estos golpeen a un ser humano son inferiores a 1 en 100 mil millones; es decir, 1,5 millones de veces menores que las de morir en un accidente en casa. Tal y como indica la ESA, sí que algunos fragmentos podrían llegar a la superficie, pero lo más probable es que acaben cayendo en el océano.

¿es posible saber Cuándo y dónde reingresará ERS-2 en la atmósfera?

La Oficina de Basura Espacial de la ESA está monitorizando el satélite a medida que sus órbitas decaen. Sin embargo, avisan de que la influencia de la actividad solar, que afecta a la densidad de la atmósfera terrestre y, por lo tanto, a la resistencia del satélite, puede modificar la hora a la que se prevé su reingreso: de acuerdo con la última actualizaciónla incertidumbre en esta predicción es de +/- 1,76 horas

Con respecto al lugar, resulta prácticamente imposible saber con certeza dónde comenzará a desintegrarse el satélite, aunque lo que sí está claro es que este proceso se iniciará una vez que su altitud haya disminuido a unos 80 km.

La razón de que, a pesar del monitoreo, el reingreso del ERS-2 presente tantos interrogantes es que se está llevando a cabo de manera «natural»; es decir, sin control. Y es que el satélite consumió las reservas de combustible en 2011, por lo que sus baterías se agotaron y su antena de comunicación se apagó, lo implica que, desde la Tierra, no hay forma de controlar activamente su movimiento.

¿Por qué el satélite ERS-2 reingresará en la atmósfera?

El ERS-2 ya ha cumplido la misión para la que fue lanzado el 21 de abril de 1995. Durante sus años de actividad, junto con su casi gemelo ERS-1, fue una de las naves más sofisticadas jamás desarrolladas por Europa, y con ello recolectaba un gran y valioso catálogo de datos sobre la superficie terrestre, los océanos o los desastres naturales.

En 2011, la ESA tomó la decisión de concluir las operaciones del satélite y lo desorbitó. Pero esa acción no es suficiente para garantizar el fin de su vida: con el objetivo de mantener las autopistas espaciales libres de basura y desechos -sí, tal y como ocurre en las autopistas terrestres- y de prevenir colisiones, las agencias espaciales deben asegurarse de que los satélites inútiles vuelven, de forma natural o controlada, a la atmósfera terrestre. 

Así, las últimas maniobras realizadas colocaron al satélite a tal altitud que le permitiera decaer lo suficientemente rápido como para volver a entrar en la atmósfera terrestre aproximadamente en los siguientes 15 años. Ahora, ese momento ha llegado. 

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