La inflamación, un mecanismo de defensa natural del cuerpo, puede convertirse en un ladrón de salud cuando se vuelve crónica, asociándose a enfermedades como el cáncer, las afecciones cardíacas, la diabetes y el alzhéimer. 

Investigaciones de la Universidad de Harvardhan subrayado la relevancia de seleccionar cuidadosamente nuestros alimentos para combatir este fenómeno silencioso pero dañino.

 

La selección de Harvard

Según los expertos de Harvard, ciertos alimentos poseen una potente capacidad antiinflamatoria que no solo nutre, sino que protege nuestro organismo. Entre ellos se destacan:

Frutas y verduras: elementos como los tomates, las espinacas, la col rizada y otros vegetales de hoja verde son fundamentales por su riqueza en antioxidantes y nutrientes esenciales.

Grasas saludables: el aceite de oliva, un pilar de la dieta mediterránea, junto con frutos secos como almendras y nueces, proveen grasas beneficiosas que combaten la inflamación.

Proteínas de calidad: los pescados azules, ricos en omega-3, como el salmón, la caballa, el atún y las sardinas, son reconocidos por sus efectos antiinflamatorios.

Diversidad de frutas: las fresas, arándanos, cerezas y naranjas, cargadas de vitaminas, minerales y antioxidantes, son aliados clave en esta lucha interna​

Además de estos alimentos recomendados por Harvard, otros elementos naturales como las manzanas, el jengibre, la calabaza y el ajo también se han identificado como potentes antiinflamatorios. 

Las manzanas, por ejemplo, no solo son ricas en fibra, sino que sus antioxidantes pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. El jengibre, conocido por sus propiedades digestivas, también contiene compuestos que pueden aliviar la inflamación en el cuerpo. De manera similar, la calabaza y el ajo ofrecen una variedad de beneficios para la salud, desde antioxidantes hasta propiedades antimicrobianas​.

Alimentos que debes evitar

Un informe publicado en diciembre de 2019 en Nature Medicine señala que los azúcares, los granos y la sal extra en los alimentos ultraprocesados pueden cambiar las bacterias en el intestino, dañar el revestimiento del intestino y encender genes inflamatorios en las células. 

Otros estudios han relacionado los alimentos ultraprocesados con períodos de vida más cortos, cáncer, enfermedades cardíacas, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y diabetes.

Los alimentos que promueven la inflamación incluyen panes blancos, cereales, pasta blanca y otros productos elaborados con harinas refinadas, así como arroz blanco.

Más que alimentos: un estilo de vida

Con todo, desde Harvard también enfatizan la importancia de no centrarse en alimentos individuales, considerados como buenos, sino en consumir una dieta rica y variada donde esté presente mayormente esta clase de alimentos. 

En general, una dieta saludable significa una que enfatiza las frutas, verduras, nueces, granos integrales, pescado y aceites saludables, y limita los alimentos cargados de azúcares simples (como refrescos y dulces). Si estás buscando un plan de alimentación que siga de cerca los principios de la alimentación antiinflamatorio, considera la dieta mediterránea.

Además, es crucial entender que una dieta antiinflamatoria va más allá de la simple elección de alimentos; se trata de adoptar un estilo de vida integral que incluya actividad física regular, manejo del estrés y patrones de sueño saludables. La inflamación crónica es multifacética y su prevención requiere un enfoque holístico que abarque todos los aspectos de nuestra vida.

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