Dime lo que comes y no solo te diré quién eres, sino también dónde vives y cómo con tu dieta podrías mejorar tu salud y bienestar. Lo que parecía un simple refrán de la abuela lleva tiempo haciendo eco entre la comunidad científica, especialmente entre los nutricionistas, quienes a lo largo de los últimos años se han esforzado en demostrar, con éxito, que la llamada dieta mediterránea es la mejor opción entre todas las posibles.

Sin embargo, a esta se le ha sumado una nueva rival (¿o aliada?): la dieta atlántica tradicional, originaria del noroeste de la Península Ibérica. Según un nuevo estudio publicado en la revista científica JAMA Network, esta pauta de alimentación presente en la mayoría de hogares gallegos y del norte de Portugal reduciría significativamente la incidencia del síndrome metabólico, y con ello el riesgo a sufrir enfermedades como la diabetes o la cardiopatía coronaria. 

En un intento por evaluar también la incidencia de esta dieta en el medio ambiente, los investigadores midieron las emisiones de carbono que generaba la ingesta diaria de los productos atlánticos, aunque no se hallaron diferencias con respecto al grupo de control, que continuó con sus menús habituales.

Aun así, que la dieta atlántica tradicional sea, igual que la mediterránea, una buena aliada de nuestra salud aporta certezas sobre algo que ya se sospechaba: que la Península ibérica, de este a oeste y de norte a sur, presenta un sistema alimentario rico y diverso que brinda las herramientas ideales para llevar una vida saludable.

la dieta atlántica tradicional, saludable en muchos sentidos

¿Qué papel juega la alimentación en los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados para 2030? Esta tiene importancia principalmente en dos de ellos: en el objetivo por reducir los casos de enfermedades no transmisibles (como la diabetes o las patologías cardiovasculares) y en el referente a la mitigación del cambio climático. Así, los investigadores trataron de demostrar los beneficios de la dieta atlántica tradicional en ambas dimensiones.

El estudio se llevó a cabo entre el 3 de marzo de 2014 y el 29 de mayo de 2015 en un centro local de atención primaria de salud en la localidad rural de A Estrada, donde los expertos enseñaron a 126 familias a seguir una dieta atlántica tradicional durante seis meses: los participantes recibieron sesiones educativas, clases de cocina y material escrito sobre los alimentos característicos de esta pauta. Mientras, otras 124 familias incluidas en el estudio no hicieron modificaciones en su estilo de alimentación.

Al inicio y después del período de investigación, se recogió información de salud de las familias a partir de evaluaciones sobre la ingesta de alimentos, la actividad física, el uso de medicamentos y múltiples variables que, evidentemente, podrían alterar los resultados. Con ello, el principal hallazgo, publicado recientemente, fue que la intervención nutricional -es decir, la aplicación de la dieta atlántica tradicional- mostró un menor riesgo de desarrollar síndrome metabólico entre esas 126 familias.

Con respecto a la relación entre la dieta y el cuidado del medio ambiente, si bien no se encontraron diferencias significativas entre el grupo intervenido y el de control, lo cierto es que la huella de carbono calculada para la dieta atlántica tradicional obtuvo una buena clasificación según los criterios ambientales. Esto, pues, significa que esta pauta de alimentación no es solo respetuosa con el cuerpo, sino también con el entorno.

¿Qué alimentos incluye la Dieta atlántica tradicional?

Ahora que ya sabemos que la dieta atlántica tradicional es una alternativa igual de saludable que la mediterránea, cabe preguntarse: ¿qué alimentos incluye? Aunque varían en función de la temporada, estos son algunos de los básicos:

Frutas: fresa, kiwi, limón, níspero, frutos rojos, melocotón, higo, membrillo, manzana, pera…Verduras y hortalizas: acelga, ajo, alcachofa, berenjena, brócoli, guisante, zanahoria, tomate…Pescados y mariscos: berberecho, calamar, dorada, percebe, atún, bacalao, pota… Sin olvidar su famoso pulpo.Frutos secos: almendra, avellana, castaña, nuez…

¿Se te ocurre alguna receta?

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