La misión de Ingenuity en Marte ha concluido con éxito, marcando el fin de una era y el comienzo de una nueva fase en la exploración espacial. Este helicóptero, el primero en volar en otro planeta, no solo ha superado las expectativas al realizar 72 vuelos —14 veces más de lo planeado— sino que también ha abierto el camino para futuras misiones en el Sistema Solar.

Ingenuity demostró una notable adaptabilidad y resistencia durante su estancia en el planeta rojo. Sobreviviendo a condiciones extremas, desde tormentas de polvo hasta el frío intenso del invierno marciano, el helicóptero afrontó desafíos que obligaron a los ingenieros a replantearse y adaptar sus estrategias.

 

Estos aprendizajes no solo han probado la viabilidad de vuelos controlados en Marte sino que también han proporcionado valiosas lecciones para futuras misiones.

lo que viene

La NASA y otras agencias espaciales, inspiradas por el éxito de la misión Ingenuity, ya están desarrollando nuevas generaciones de aeronaves para la exploración de Marte y más allá. La Administración Espacial Nacional de China, por ejemplo, está trabajando en un helicóptero similar para su misión Tianwen 3, que buscará recolectar muestras del suelo marciano.

La estrategia contempla el lanzamiento de dos cohetes Larga Marcha 5: el primero equipado con un módulo destinado a orbitar y regresar a la Tierra, y el segundo portando un módulo diseñado para aterrizar y luego despegar de la superficie marciana.

Este último módulo utilizará un brazo robótico para recolectar 500 gramos de muestras de roca y las depositará en el módulo preparado para el despegue. Posteriormente, este módulo se reunirá y se acoplará en el espacio con el módulo orbital, que finalmente transportará las muestras de regreso a nuestro planeta.

El Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, creador de Ingenuity, no se queda atrás y está en proceso de diseñar dos helicópteros más potentes para la misión Mars Sample Return. Estos nuevos modelos, con aspas más largas y fuertes, se están sometiendo a rigurosas pruebas para asegurar su capacidad de volar en las delgadas atmósferas de otros mundos.

MAGGIE

Además, se están explorando conceptos aún más audaces, como el Mars Aerial and Ground Intelligent Explorer (MAGGIE), un avión VTOL de ala fija diseñado para investigaciones atmosféricas y geofísicas. Estas iniciativas reflejan una nueva era en la exploración espacial, donde la movilidad aérea jugará un papel crucial en la recopilación de datos y el descubrimiento de los secretos de otros planetas.

Con su batería completamente cargada, MAGGIE puede cubrir una distancia de 179 km volando a una altitud de 1.000 metros, lo que se traduce en una capacidad para recorrer 16.048 km durante un año marciano (equivalente a 24 meses terrestres). Para dar una idea de la magnitud, la circunferencia total de Marte es de 21.344 km.

 

La implementación de un avión autónomo como MAGGIE en Marte abriría amplias posibilidades de uso, comenzando con estudios atmosféricos y geofísicos. Esto incluye investigaciones para determinar el origen del metano que el rover Curiosity ha detectado o entender cómo se formó el efecto dínamo en el núcleo del planeta.

 

Asimismo, serviría para cartografiar los depósitos de hielo de agua que se encuentran bajo la superficie en latitudes medias, posiblemente revelando fuentes de agua más pequeñas y accesibles para las futuras misiones humanas que las recientemente descubiertas por la sonda Mars Express de la ESA.

Mars Science Helicopter

Por su parte, el Mars Science Helicopter (MSH) de la NASA representa el siguiente paso evolutivo en la exploración de Marte mediante aeronaves de rotor. El objetivo principal es desarrollar la tecnología necesaria para transportar cargas útiles científicas (de 0,5 kg a 2 kg) en plataformas de rotorcraft en la superficie de Marte. 

El MSH incorporará muchas de las tecnologías desarrolladas por el Mars Helicopter Technology Demonstrator (MHTD), previsto para la misión Mars 2020, y ampliará sus capacidades para permitir un nuevo tipo de acceso mesoescalar al planeta Marte.

Será crucial diseñar y demostrar cómo se pueden desplegar, recuperar, integrar y operar las cargas útiles científicas en un rotorcraft que sea representativo tanto dinámica como computacionalmente, para abrir un nuevo horizonte en la exploración científica de Marte.

 

En definitiva, Ingenuity, más que una misión, ha sido un precursor, demostrando que el cielo no es el límite cuando se trata de exploración espacial. Su legado inspira a futuras misiones que, armadas con la innovación y el conocimiento adquirido, seguirán descubriendo los misterios del universo.

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