¿Por qué el león ruge y el gato maúlla? Los estudios científicos sugieren que no es una cuestión de tamaño, sino del hábitat en el que vive el félido. En su estado salvaje, los leones ocupan espacios mucho más abiertos que los gatos, que al habitar espacios más cerrados, no necesitan la potencia de un rugido.

El rugido del león, en toda su fuerza, es capaz de proyectarse a varios kilómetros de distancia. Este hecho habría aumentado su supervivencia, según sugieren los estudios, al permitirle comunicarse a pesar de la dispersión territorial con otros de su especie o con individuos de otras con las que compite.

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